Tener algo y perderlo o, peor aún, tener a alguien y que ya no esté. Ese sentimiento, uno de los más comunes en toda experiencia humana, nos sigue acechando una y otra vez. La marcha de un ser querido, ya sea por una ruptura o por la inevitabilidad del tiempo, es un tema literario que no tiene fondo. Todas las experiencias se parecen, pero cada una implica matices distintos. Por eso, hoy nos adentramos en el final del amor con una serie de libros que, advertimos, te romperán el corazón.
Libros sobre el desamor
Las rupturas sentimentales, por civilizadas que sean, no resultan nunca fáciles. Menos si la persona que decide poner fin a una relación es la que tenemos (teníamos) al otro lado de la cama. Vivir después de eso es un tema humano universal y, por lo tanto, literario. Siri Hustvedt lo exploró en El verano sin hombres, demostrando que una ruptura es también un momento para la autoexploración. También Elena Ferrante en los relatos de Crónicas del desamor, mostrando distintas perspectivas a lo que llega después del final del amor.
El paso del tiempo, en ocasiones, mitiga el daño pero no lo hace desaparecer. En Chesil Beach, Ian McEwan rememora un amor de juventud que se pierde por la inexperiencia y la torpeza. De igual manera, Julian Barnes echa la vista atrás en La única historia con la amarga sensación de lo que pudo ser y no fue. Y James Salter en Años luz rememora toda una vida, desde sus luces a sus sombras, en las que lo idílico va dejando paso a lo amargo.
Libros sobre la pérdida
Pero, si bien la pérdida del amor romántico es grave, no se puede comparar a la tragedia de la muerte cercana. El duelo, el recuerdo y cómo seguir viviendo cuando una parte de uno mismo muere es el tema de La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero. También de uno de los libros más sublimemente amargos que recordamos, Lo que no tiene nombre, de Piedad Bonnett.