El 30 de abril se celebra el Día Internacional del Jazz, género que surgió de ritmos y melodías afroamericanas a finales del siglo XIX, en Estados Unidos, llevando a la música por otro rumbo gracias a la improvisación y libre interpretación, como se lee en estos grandes libros sobre el jazz y sus asombros.
De Latinoamérica para el mundo
Alain Derbez se define como saxoservidor, escritor y músico de origen mexicano, que ha destacado por recopilar la historia del género en diversos libros, como El jazz en México y Pluma en mano. Entre blues y jazz, además de participar en varios discos, ya sea con música, letras, poemas o producción.
El jazz latino se alimenta de la fusión de ritmos y formas originarias de la música latina, sobre todo la cubana y la brasileña, con elementos propios del jazz. Es un género común en Latinoamérica, que ha tenido gran impacto también en ciertas ciudades de Estados Unidos, como Nueva York y Miami. ¡Caliente! es un libro que da cuenta de ello.
Jazzuela recoge las grabaciones de jazz y blues que están mencionadas en la mítica obra de Julio Cortázar, Rayuela, de los capítulos 10 al 18, sobre las actividades del Club de la Serpiente. Su lectura se puede complementar con Grandes del jazz internacional en Argentina, sobre las visitas de músicos de jazz al país, entre 1956 y 1979.
Historia del jazz en Chile, del musicólogo Álvaro Menanteau, revisa el desarrollo del género en el país del sur, donde el primer antecedente que se tiene del jazz sucede en Valparaíso en septiembre de 1860, cuando el grupo Ethiopian Minstrels hizo sonar los sonidos afronorteamericanos.
Grandes libros sobre el jazz y sus asombros
Se conoce como estándares del jazz a esos temas de autores consagrados o piezas que llegaron para quedarse y que cada proyecto toca a su manera. Ted Gioia es uno de los conocedores del estilo musical más reconocidos a nivel internacional y ha publicado varios títulos al respecto.
Casi treinta años después de su muerte, Maxine Gordon, viuda y representante del músico de jazz Dexter Gordon, completa y termina la biografía que él comenzó, para contar, entre otras anécdotas, tanto su papel social al luchar contra estereotipos como su aportación en la música, al ser parte del nacimiento del bepop.
Billie Holiday escribió Lady sings the blues, un libro de memorias en colaboración con el pianista William Dufty, en donde narran lo que vivieron en la época del jazz en los clubes de Harlem, así como la dura juventud que le tocó, con discriminación, abusos, prostitución y drogadicción, en contraste con el arte de su voz.
John Coltrane es otro ejemplo de resistencia vinculada con el arte a través de la música: no solo fue parte de la gran revolución musical del siglo XX, sino también de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, convirtiéndose, con su saxofón y su activismo, en una de las voces frente al racismo, como se lee en el libro de Martin Smith.