José Luis Trueba Lara es un reconocido escritor y editor mexicano que ha dedicado su vida a narrar múltiples momentos de la Historia de México en diversas novelas que abren el panorama de los acontecimientos pasados. Aquí, recomienda libros que cambian la vida.
Videoentrevista con José Luis Trueba Lara
La otra cara de don Benito
Reportajes, novelas, cuentos, ensayos, antologías… José Luis Trueba Lara ha publicado cerca de cien escritos, entre los que destacan las novelas Garra de Jaguar y Pronto llegarán los rojos, el volumen de cuentos y ensayos Gabinete de maravillas y novelas dedicadas a la historia de México, como Malinche, Moctezuma e Hidalgo.
Actualmente presenta Juárez. La otra historia, novela basada en el mítico presidente de México. «Benito Juárez es una verdadera calamidad. ¿Se lo imaginan bailando, echando cotorreo con sus cuates? No. Siempre se le ve con cara de esfinge, con una ley bajo la bisagra y soltando frases para hacer historia. No tiene voz, su rostro no dice nada».
El también periodista no sabía como integrar su figura a los hechos históricos hasta que recordó el libro de Marcel Schwob, La cruzada de los niños, una novela coral que marcó la narrativa de Juárez. «Hablan todos los que lo conocieron: su esposa Margarita, Carlota, Porfirio Díaz, López de Santa Anna, Melchor Ocampo. Esto me dio la oportunidad de pensar en Juárez como lo veían sus cuates, sus amores y sus enemigos», explica.
José Luis vio a un hombre distinto, «un político en medio de guerras brutales: la Guerra de Reforma, la guerra contra los franceses, el Imperio. Fue un hombre al que le encantó el poder, que es una droga poderosa. Es un político habilidoso que sabe aprovecharse de su cargo y muere siendo bastante ricachón».
Más allá de la Historia
Para Trueba Lara, escribir una novela «es un acto de posesión sin ouija, una manera de actuar en un escenario e invitar a muchos fantasmas a mi casa, a que se echen un café y me cuenten el chisme. La Historia es como el queso gruyere: tiene una parte muy sabrosa con costra dura, y otra suave, la de en medio. Al comerlo descubres que está lleno de hoyos.
«Así pasa con la Historia. Algunas fuentes se perdieron, muchos documentos que quemaron, se tiraron, se usaron para envolver el pescado. Como historiador le dedicaba años a algo y de pronto me encontraba con el hoyo en el queso. Un día pensé en llenarlo con una narrativa bien fundamentada, verosímil y coherente. Desde entonces me he divertido escribiendo.»
Los libros, eternos compañeros
Cuando cursaba el sexto grado de primaria, se encontró con un libro que le cambió la vida, «como si me hubiera caído un rayo: Gog, de Giovanni Papini. No entendí gran cosa pero me aficioné. Luego leí El libro negro, El hombre derrotado, su historia de Cristo y su libro sobre el diablo. Me llevaron a tomar la decisión de dedicarme a los libros».
«Los libros me han acompañado y les he sido fiel. Toda mi vida está marcada por ellos. Yo escribo porque leo, me he dedicado a la edición para leer algo por primera vez, he hecho periodismo para leer hasta boletines, es una fascinación.
«Soy un aventurero de sillón, pues sentado ahí he capitaneado barcos, he acompañado a Sócrates al ágora, le he aplaudido a Plauto por sus comedias fálicas y albureras en un anfiteatro en Atenas. ¡He estado en todos lados! Al final, me veo en el espejo y me doy cuenta de que yo soy todos mis libros».