La novela negra ha creado una serie de arquetipos que se renuevan sin cesar. Uno de ellos es el del investigador solitario y torturado, personificado en Sam Spade. Pero de manera paralela también se ha instaurado en el género la pareja de investigadores. Unas veces como contrapunto, otras para añadir tensión o tramas personales, en la literatura de crímenes abundan los binomios. Estos son algunos de los mejores libros de parejas de detectives.
Libros fundacionales de parejas de detectives
Si bien la novela negra siempre se ha valido de una figura solitaria, hay un precursor importante en la figura de la pareja de investigadores. Sherlock Holmes y John Watson sentaron las bases del binomio de detectives, el contrapunto entre genialidad y cordura. En Estudio en escarlata asistimos al encuentro entre dos personajes que han marcado la novela de crímenes.
Otra autora clásica de la novela negra también probó la pareja como vehículo de las tramas detectivescas. En Matrimonio de sabuesos, Tommy y Tuppence Beresford sustituyen a Hercules Poirot en los casos que plantea Agatha Christie. Con el tiempo la figura del detective solitario ha dejado paso a la pareja de detectives. En España, un ejemplo canónico son Bevilacqua y Chamorro. En El alquimista impaciente vivimos una de las mejores investigaciones de este binomio creado por Lorenzo Silva.
Novelas negras de dos
La novela negra, a lo largo del tiempo, ha desarrollado esta idea de la pareja como parte de la trama de sus novelas. Incluso mezclándola con la novela histórica. En El nombre de la rosa, Umberto Eco nos presenta a dos monjes com investigadores de un caso de asesinato.
Más adelante, la pareja de investigadores se diversificó en obras como Los hombres que no amaban a las mujeres, el inicio de la saga Millenium. Pero también en libros como Mi querido asesino en serie, con Petra Delicado y en contrapunto de Garzón.