La literatura está llena de mujeres deslumbrantes, adelantadas a su tiempo, y no hablamos solo de las escritoras, sino de los personajes femeninos que pueblan relatos y novelas. Hoy en Librotea ponemos el foco sobre ellas, sobre un puñado de heroínas literarias que han marcado a varias generaciones. Cuando uno piensa en personajes femeninos icónicos uno de los primeros que le viene a la cabeza es la Julieta, de William Shakespeare, dispuesta a morir por amor. No menos universal es la Elizabeth -Lizzy- Bennet de Orgullo y prejuicio, es casi imposible no enamorarse del inteligente personaje de Austen, de no empatizar con ella. Empatía despierta también la Jane Eyre, de Charlotte Brontë, una heroína literaria a la altura de Emma Bovary. Flaubert dibuja en Madame Bovary a una mujer infeliz, insatisfecha, llena de contradicciones y capaz de adelantarse un par de siglos a las demandas y los problemas de las mujeres. Hay dos personajes que han marcado a miles de niñas: Matilda, de Roald Dahl, y Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren. Dos rebeldes, cada una en su estilo, a las que muchas chicas quisieron (quieren) parecerse. Hermione Granger, la mejor amiga de Harry Potter, es otro espejo en el que mirarse. Las ansias de libertad de la atormentada Lisbeth Salander conquistaron el corazón de millones de lectores. Un ser incomprendido, asocial, que no viste capa pero que actúa como una súper heroína en la saga de Stieg Larsson. Y en esta estantería no puede faltar La Maga, uno de los personajes principales de Rayuela. Julio Cortázar se inventó a una mujer que es una mezcla de muchas otras, es una suma de imperfecciones. En ella habitan las mujeres que adoran el amarillo, a las que les gusta fumar cigarrillos Gitanes, las que se rebelan contra los corsés sociales, las que no acaban de entender la maternidad… La Maga es pariente de todas y cada una de las heroínas incluidas en esta selección.
Las mayores heroínas de la historia de la literatura
