Muchos y muchas han conocido a Ricardo Moya como entrevistador en el programa y podcast El sentido de la birra, pero este valenciano tiene muchas otras facetas. Cómico de stand up y, sobre todo, músico por vocación, Moya ultima ahora la edición de su primer disco y la edición de un libro, ambos titulados Carne en pijama, además de una gira por toda España. Con él hablamos de cómo el arte es ajeno a las disciplinas y nos deja una serie de libros recomendados para mentes sin prejuicios.
Videoentrevista con Ricardo Moya
“El sentido de la birra ha sido como un rodeo muy grande para llegar a hacer esto”, explica Moya. “Yo hago música desde siempre, desde los 12 años, he tocado en la calle, en bares… en todos lados. Es lo que me gusta de toda la vida. Un día se me ocurrió grabar un programa de entrevistas y empezó a funcionar muy guay, pero yo ya venía haciendo un montón de cosas de teatro, microteatro, música…. De repente, lo que funcionó fue algo que se me ocurrió con un colega tomando una cerveza una tarde”.
Por el programa de Moya han pasado desde músicos a cineastas, pasando por políticos, científicos o escritores. Sin embargo, ahora quiere compaginar esta tarea con la de músico. “El programa me quitó mucho tiempo, todo se enfocó ahí, mientras seguía tocando en bares o restaurantes para mantenerme un poco. Después de cuatro años, montamos una productora que se llama Malencia y, con mis socios, decidimos que lo siguiente era el disco que llevo intentando hacer cinco años”.
Carne en pijama, que se publicará el 17 de febrero, es también una muestra de la variedad estilística de su autor. “Para mí, se basa más en ver qué pide cada canción”, cuenta Moya. “Aparcamiento me salió con esa tonadilla que, o sonaba a verbena o si la hacías más lenta, sonaba muy épica. Ahí empezamos a hacerla más góspel, muy Bruce Springsteen. Cállate ya era algo imperativo, violento, no hay nada como el punk para mandarte a callar. Estos temas los cantaba antes yo solo con la guitarra y lo llamaba folk-punk”.
Ya sea como entrevistador, como cómico o como músico, Moya cree que todas estas disciplinas tienen algo en común. “Todo gira alrededor de lo mismo, esta cuestión del flautista de Hamelin, el ilusionista. Durante este rato, voy a intentar que tu mente sea mía, que me prestes atención. Es un juego: ¿Qué puede mantener tu atención durante un rato para que yo te diga cosas en las que pienso?”. También la literatura, en la que ahora se estrena. “Mi madre ha sido muy de leer, teníamos muchos libros y me pegó el vicio bastante pronto. Leía de todo, no había distinción por mi edad, cogía el libro que me llamaba la atención y me ponía a leerlo. He mamado de un montón de autores”.