Lorca es inabarcable. La figura del poeta granadino sigue inspirando no solo a escritores y dramaturgos, sino a artistas de todo tipo. Prueba de ello es Lorca en Nueva York, espectáculo encabezado por el actor Alberto San Juan que se representa en el Teatro Bellas Artes de madrid el 18 de abril y el 3, 9, 16 y 23 de mayo. Un viaje poético y musical en el que el intérprete toma un texto poco conocido de Lorca, una conferencia que dio en 1930 en la Residencia de Señoritas de Madrid, al que pone música acompañado de una banda.
“Es un relato en primera persona de la ‘experiencia más útil’ de su vida, acompañado por siete poemas escritos en ese periodo, que nosotros ofrecemos como canciones habladas, con una banda de cuatro músicos”, explica San Juan, para quien Lorca “más allá de su poesía y su teatro, dejó una extensa obra en prosa”. En Lorca en Nueva York, San Juan invita al espectador a “dejarse llevar. Sumergirse en los poemas y sentir qué piden. Lorca es imposible de gastar. Es un manantial que fluirá de forma continúa mientras quede un solo ser humano sobre la tierra. A su literatura se le puede aplicar lo que dice Whitman en Hojas de hierba: esto que tienes entre las manos no es un libro, es un ser humano, hablándote a ti, en este preciso instante”.
«Lorca es imposible de gastar. Es un manantial que fluirá de forma continúa mientras quede un solo ser humano sobre la tierra».
La experiencia fundamental del viaje a Nueva York del poeta está en el centro de un espectáculo que, también, ahonda en su visión social del mundo. “Lorca planteó hace ya casi cien años que capitalismo y vida son incompatibles”, Apunta San Juan. “Hoy, lo ha constatado el consenso científico internacional. Estamos en vísperas de nuestra autodestrucción, pero ningún gobierno ha tomado nota, de momento. Desde Lorca, hemos avanzado muchísimo, pero en la peor de las direcciones”.
Para San Juan, la lectura es una pasión que descubrió en la adolescencia. “Algunas primeras lecturas que recuerdo son La historia interminable, que tuve la fortuna de leer sin saber absolutamente nada del libro antes de abrirlo, y El guardián entre el centeno, que me atravesó en la adolescencia. “Los seres humanos nos contamos historias para divertirnos, aunque sea sufriendo, y para intentar entender algo mejor la realidad y así poder intervenir sobre ella, siempre con la finalidad de hacer más hermosa la experiencia de vida. El arte busca el milagro, y muchas veces lo consigue, de ofrecerte una puerta abierta que conduce a un lugar nuevo”. Estos son algunos de sus favoritos recientes.