La parte blanda de la montaña, la segunda novela de Álex Prada, no se parece casi a nada. Para empezar, por su planteamiento: dos personajes separados por milenios. Una cazadora del año 6.000 a.C. y un joven de Mongolia que busca colmillos de mamut, y cuyas experiencias se cruzan, compartiendo adversidades. Con su autor hablamos de esta inusual novela y nos recomendó libros que nos transportan a otros lugares.
Videoentrevista con Álex Prada
Cuenta Prada que el origen de La parte blanda de la montaña se encuentra en un artículo. “Estaba en la otra parte del mundo, en un viaje a Nueva Zelanda, y encontré un artículo muy llamativo en National Geographic. Era un reportaje de un fotógrafo que describe el periplo de los buscadores furtivos de marfil de los de los mamuts que están enterrados en Siberia y están aflorando con el deshielo. Hay un mercado negro y parece que hay millones de colmillos. El artículo era bastante potente visualmente, y yo trabajo mucho con las imágenes, me inspiro mucho en películas y fotografías”.
Otra de las singularidades de La parte blanda de la montaña es esa separación temporal tan grande entre los dos protagonistas que, sin embargo, no impide que tengan vivencias similares. “Quería en todo momento que no estuviesen tan lejos como parece en el tiempo, y hubiese nexos de unión entre ellos», explica Prada. “Que en esa misión, ese periplo que hacen hacia un sitio común, pero de maneras muy distintas, que se conectasen incluso físicamente”.
Esa misión conecta a los personajes con el género de aventuras. “Una de las cosas que más me llama la atención, y que me sirvió en el libro, fue el periplo que hace Brancusi, el escultor, que un día está en su casa y dice ‘me voy a París’, y se va andando”. Para ello, se sirve de un lenguaje poético y altamente descriptivo. “De hecho, la novela empieza con el pertrecho, cuando se están preparando. Cuento qué ropa llevan, qué alimentos, cómo sienten que van dejando su pueblo atrás… Todo ese inicio me interesaba mucho porque es esa aventura de decir, yo voy a tirar hacia adelante y a ver a dónde llego, qué cosas me voy encontrando en ese viaje”.