Hoy se celebra el nacimiento de José Alfredo Jiménez, figura emblemática en México y otras latitudes por haber hecho arte con la música folclórica. Con estos libros que suenan a música ranchera y saben a tequila, lo recordamos.
Pero sigue siendo el rey
Pasarán los años y José Alfredo Jiménez seguirá siendo un referente de la música del siglo XX, del estilo dramático que conforma la llamada «música ranchera», expresión característica de México durante el periodo postrevolucionario.
Vinculadas con la Época de Oro del cine mexicano, las rancheras llegaron a los hogares, evolucionando desde entonces hacia diversas vertientes, arribando a otras latitudes, permaneciendo en el gusto de generaciones, que hasta la fecha, encuentran en cantantes jóvenes de ambos sexos la herencia de quien siempre ha sido «el rey».
La canción del alma
José Alfredo, así a secas, como se le conoce, ha sonado en voz de intérpretes de todos los géneros y épocas: Pedro Infante, Jorge Negrete, Luis Miguel, Joaquín Sabina, Julio Iglesias, Armando Manzanero, Ricky Martin, Plácido Domingo, Richard Clayderman, Maná, Joan Manuel Serrat, Enrique Bunbury, Juan Gabriel y Chavela Vargas, entre otros.
Su vida también ha dado de qué hablar: Jiménez tuvo seis hijos con dos mujeres, algunos de ellos dedicados al espectáculo.
La convivencia con él fue narrada por una de sus parejas, Alicia Juárez, quien escribió sobre la intensidad con la que vivían, entre excesos, canciones y un éxito arrollador.
Libros que suenan a música ranchera y saben a tequila
La música de mariachi, como la que solía cantar José Alfredo Jiménez, es motivo de inspiración.
Juan Villoro, en su libro Los culpables, describe la vida amorosa y sexual de un famoso músico mexicano al que le gustan las mujeres con el cabello blanco, por lo que visita a un psicólogo y se enamora de una mujer española que llevará al mariachi al límite.
Y como las rancheras se cantan mejor con tequila, nada mejor que el compendio que publicó Larousse sobre esta bebida espirituosa que abre el corazón —y canta de mundos raros, del amor, de las nubes, de serenatas sin luna, de la amarga Navidad—, para acompañar la lectura sobre esta figura mítica.