Hay libros que no son aptos para los nervios crispados. El thriller, ese género caracterizado por su ritmo trepidante y sus tramas angustiosas, se ha convertido en uno de los más seguidos por el público. Pese a que su origen es eminentemente anglosajón, autores y autoras de lengua castellana se han acercado a su influjo, dejándonos obras adictivas e impactantes. Estos son algunos de los mejores libros de thriller escritos en español.
Libros de thrillers de autores españoles
La estructura del thriller es permeable, y sirve a muchos autores para dar forma a tramas que abordan temas muy distintos. Incluso autores que no se adhieren al género lo han utilizado en alguna ocasión. Es el caso de Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina, una búsqueda de la raíz de la maldad humana. Otros autores lo han combinado con ese género hermano que es la novela negra. Es el caso de Alexis Ravelo, con títulos como Los nombres prestados, o César Pérez Gellida, con Memento Mori.
El thriller ha sido también el vehículo para verdaderos fenómenos editoriales. El protagonizado por el triunvirato conocido como Carmen Mola es uno de ellos. En La bestia, llevan su crudo estilo al Madrid del siglo XIX. Y en no pocas ocasiones, es el vehículo perfecto para tratar temas de actualidad o problemas sociales: Dos ejemplos son Progenie, de Susana Martín Gijón y La forja de una rebelde, escrito a cuatro manos por Lorenzo Silva y Noemí Trujillo.
Thrillers latinoamericanos
Permeable a todas las latitudes, el thriller también se ha abierto camino en latinoamérica, reflejando a la vez sus realidades sociales. La violencia y el narcotráfico son elementos clave en La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo. También en Colombia, Santiago Gamboa ha trabajado este género, en obras como Será larga la noche, y Antonio Ungar acerca al género a la intriga política en Tres ataúdes blancos.
Por último, el thriller sirve a diversos autores de un armazón sobre el que armar novelas que trascienden los géneros. En el caso de Catedrales, Claudia Piñeiro lo utiliza para hablarnos de las presiones sociales y los secretos familiares. Por su parte, en El salvaje Guillermo Arriaga nos habla de la sed de venganza y la autodestrucción.