Los mejores personajes femeninos de la historia de la novela

Los mejores personajes femeninos de la historia de la novela

Hay creaciones literarias que trascienden las páginas. Son esos personajes que parecen reales, con una construcción psicológica tal que sentimos que los conocemos. Tanto es así que podemos llegar a pensar como ellos piensan, e imaginar qué harían en determinadas situaciones. Hoy nos fijamos en esas mujeres creadas por la imaginación de escritores y escritoras que han perdurado durante décadas. Estos son algunos de los mejores personajes femeninos de la historia de la novela.

Personajes femeninos clásicos

La literatura clásica, casi siempre escrita por hombres, se ha centrado mayoritariamente en el género masculino. Las gestas de los héroes y las tragedias de los hombres son temas recurrentes, Sin embargo, hay personajes femeninos que destacan sobre casi todos. No hay mayor reivindicación de la inteligencia, así como del arte de contar historias, que la Sherezade de Las mil y una noches. De igual forma, Penélope de la Odisea es un ejemplo de astucia femenina en un mundo dominado por los egos masculinos. 

Las mil y una noches - Anónimo

Las mil y una noches

Anónimo

Más de diez siglos después de su nacimiento, las historias de Las mil y una Noches siguen estimulando la imaginación de los lectores en todo el mundo. leer más Borges advirtió que su lectura puede conducir a la locura. Mario Vargas Llosa las llevó al teatro. Disney produjo una película animada con el cuento de Aladino. Y los nombres de Alí Babá o Simbad el marino suenan familiares en los cinco continentes. La fascinación de esta obra se suele explicar apelando a su portentosa magnitud narrativa, o a su importancia histórica en la formación de la identidad árabe. Pero habitualmente se menosprecia una característica determinante, si no para la calidad, al menos para el éxito literario: Las mil y una noches están llenas de sexo. A lo largo de las casi tres mil páginas de Las mil y una noches, las infidelidades, la poligamia y el intercambio sexual en todas sus variantes son uno de los ingredientes más repetidos. Y sin embargo, las grandes obras lo son precisamente porque tratan temas universales. Y hay pocos temas tan universales como el sexo. Todos los seres humanos tenemos uno. Y hay incluso quien tiene más. Hoy en día, desde luego, a nadie le chocan las alusiones eróticas de este libro. Con los ojos del siglo XXI, la sensualidad de Las mil y una noches resulta de una inocencia conmovedora. Y es que, junto con la promiscuidad de los cuerpos, este libro nos enfrenta la promiscuidad de los cuentos. Sus narraciones se tocan, se mezclan, se engendran unas de otras, se prohíjan y se contaminan, hasta que resulta difícil determinar cuál es la madre o la pareja de cual otra. Las mil y una noches es, pues, una bacanal narrativa. Celebra el gozo de los sentidos, pero también el del intelecto, incluso los hace intercambiables en esas noches que el rey pasa entregado a los brazos y las historias de Schahrasad. Los temas de esas historias, en general, son los mismos que encontramos en Shakespeare o en Cervantes: el poder, la aventura, los viajes, la traición. Pero los dos grandes ejes que recorren sus páginas son las relaciones entre sexos y la literatura. Mientras ambas cosas sigan existiendo, este libro seguirá deslumbrándonos con su ingenio y su picardía. Y si algún día dejaran de hacerlo, a los seres humanos no nos quedarían muchas razones para continuar sin ellas. leer menos

El siglo XIX nos dejó un gran número de creaciones literarias femeninas. Algunas escandalosas para la época, como la Madame Bovary de Flaubert. Otras, abnegadas y benévolas como la Jane Eyre de Charlotte Brontë. En algunos casos, perspicaces, ingeniosas y un poco metomentodas, como la Elizabeth Bennet de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. E incluso obras en las que encontramos a varias creaciones literarias femeninas inolvidables, como las hermanas de Mujercitas

Orgullo y prejuicio - Jane Austen

Orgullo y prejuicio

Jane Austen

Los mejores libros jamás escritos.Publicada originalmente en 1813, Orgullo y prejuicio es una de las obras maestras de la literatura inglesa de todos leer más los tiemposA lo largo de una trama que discurre con la precisión de un mecanismo de relojería, Jane Austen perfila una galería de personajes que conforman un perfecto y sutil retrato de la época: las peripecias de una dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, los vaivenes sentimentales de las hermanas, el oportunismo de un clérigo adulador… El trazado de los caracteres y el análisis de las relaciones humanas sometidas a un rígido código de costumbres, elementos esenciales de la narrativa de la autora, alcanzan en Orgullo y prejuicio cotas de maestría insuperable.La presente edición incluye una detallada cronología de la autora. Asimismo recupera la introducción original de Penguin Clásicos a cargo de Tony Tanner, que desarrolló su carrera como catedrático de literatura inglesa y norteamericana en la Universidad de Cambridge. Sus acertadas reflexiones sobre la obra de Jane Austen son la mejor guía para adentrarse en el universo literario de esta autora.«Pero mi locura no ha sido el amor sino la vanidad.» leer menos

Personajes femeninos básicos del siglo XX

Hay personajes que desafían las convenciones, incluso las de género. Precursora de muchas cosas, Orlando de Virginia Woolf desdibuja los roles de la sexualidad y abre una nueva vía para los personajes literarios. Otras, en cambio, reflejan las contradicciones y las imposiciones de su época, especialmente para las mujeres. Esther de La campana de cristal, trasunto de la autora Sylvia Plath, y Andrea en Nada, de Carmen Laforet, son dos brillantes ejemplos. 

Finalmente, hay personajes a los que seguimos con el tiempo, y nos familiarizamos con su historia, sus penas y sus alegrías. Es el caso de Lenù y Lila, las protagonistas de la saga de La amiga estupenda, de Elena Ferrante. También, en un plano muy distinto, la Offred de El cuento de la criada y Los testamentos, la distopía de Margaret Atwood sobre una regresión social que afecta especialmente a las mujeres. 

El cuento de la criada - Margaret Atwood

El cuento de la criada

Margaret Atwood

Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de pre leer más nsa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy. En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela -o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir- le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo. leer menos

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