Hay creaciones literarias que trascienden las páginas. Son esos personajes que parecen reales, con una construcción psicológica tal que sentimos que los conocemos. Tanto es así que podemos llegar a pensar como ellos piensan, e imaginar qué harían en determinadas situaciones. Hoy nos fijamos en esas mujeres creadas por la imaginación de escritores y escritoras que han perdurado durante décadas. Estos son algunos de los mejores personajes femeninos de la historia de la novela.
Personajes femeninos clásicos
La literatura clásica, casi siempre escrita por hombres, se ha centrado mayoritariamente en el género masculino. Las gestas de los héroes y las tragedias de los hombres son temas recurrentes, Sin embargo, hay personajes femeninos que destacan sobre casi todos. No hay mayor reivindicación de la inteligencia, así como del arte de contar historias, que la Sherezade de Las mil y una noches. De igual forma, Penélope de la Odisea es un ejemplo de astucia femenina en un mundo dominado por los egos masculinos.
El siglo XIX nos dejó un gran número de creaciones literarias femeninas. Algunas escandalosas para la época, como la Madame Bovary de Flaubert. Otras, abnegadas y benévolas como la Jane Eyre de Charlotte Brontë. En algunos casos, perspicaces, ingeniosas y un poco metomentodas, como la Elizabeth Bennet de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. E incluso obras en las que encontramos a varias creaciones literarias femeninas inolvidables, como las hermanas de Mujercitas.
Personajes femeninos básicos del siglo XX
Hay personajes que desafían las convenciones, incluso las de género. Precursora de muchas cosas, Orlando de Virginia Woolf desdibuja los roles de la sexualidad y abre una nueva vía para los personajes literarios. Otras, en cambio, reflejan las contradicciones y las imposiciones de su época, especialmente para las mujeres. Esther de La campana de cristal, trasunto de la autora Sylvia Plath, y Andrea en Nada, de Carmen Laforet, son dos brillantes ejemplos.
Finalmente, hay personajes a los que seguimos con el tiempo, y nos familiarizamos con su historia, sus penas y sus alegrías. Es el caso de Lenù y Lila, las protagonistas de la saga de La amiga estupenda, de Elena Ferrante. También, en un plano muy distinto, la Offred de El cuento de la criada y Los testamentos, la distopía de Margaret Atwood sobre una regresión social que afecta especialmente a las mujeres.