La intriga es uno de los mayores acicates de la lectura. Descubrir un misterio, un rompecabezas que seduce desde el principio de los tiempos. Plasmarlo en un relato escrito, un arte que se ha ido refinando con el paso del tiempo. La novela de asesinatos, el whodunit anglosajón, es un género en sí mismo dentro de la novela negra, un mecanismo de engranajes ideado para llevar al lector en volandas hasta la resolución final. Hoy en Librotea seleccionamos una decena de libros indispensables para los amantes de las teorías y las investigaciones.
La novela de asesinatos no sería igual sin algunos referentes. Arthur Conan Doyle y su Sherlock Holmes son, sin duda, dos de los primeros nombres que vienen a la mente. De entre toda su producción, nos quedamos con la fundacional Estudio en escarlata. Agatha Christie es otro de sus pilares, además de la autora que sentó muchas de las bases del género en obras tantas veces adaptadas a otros lenguajes como Asesinato en el Orient Express. Esta triada de referentes anglosajones no estaría completa sin el padre Brown creado por G. K. Chesterton cuya agudeza estaba oculta en ingenuidad.
La estirpe de investigadores tiene otra parada obligada en el inspector Maigret creado por Georges Simenon, en una producción casi inabarcable de la que destacamos una de sus mejores obras, El perro canelo. Y nombre básico de los conocedores de la novela negra, Ross McDonald cuenta en su producción literaria con soberbios misterios como el que nos muestra en El caso Galton.
El whodunit es también un género permeable, que se mezcla con otros como la ficción histórica o la novela contemporánea. Un ejemplo de lo primero es Parque Gorki, el libro de Martin Cruz Smith que sitúa un asesinato en el Moscú de la Guerra Fría. Un asesinato, en esta ocasión del pasado, es el motor de El secreto, novela de Donna Tart que sitúa su acción en los años de universidad de un grupo de amigos. Por su parte, Caleb Carr nos propone en la serie protagonizada por el psicólogo Laszlo Kreizler una serie de misterios en el Nueva York de finales del siglo XIX en obras como El alienista.
La novela de asesinatos es ya un código fijado, un lenguaje que muchos autores utilizan para revisarlo o jugar con él, en un juego constante con lo que el lector espera de este tipo de obras. En , Vikas Swarup se vale de las referencias clásicas para crear una obra que lleva a la India contemporánea el relato clásico. Por último, Alex Michaelis lleva el género a los terrenos del thriller con obras como Las doncellas.