Historia chiquita es un proyecto de historia para no historiadores en el que participan músicos, artistas, actores, pilotos de avión, controladores aéreos, actuarios, comunicólogos, politólogos, amas de casa, niños, niñas y quienes quieren que el pasado sea accesible para todos. Su autora, Sari, recomienda libros con historias emocionantes.
Videoentrevista con Sari
El sabor del 15 de septiembre
Le preguntamos a la historiadora Sari cuáles serían los platillos mexicanos que podría recomendar hoy, 15 de septiembre, día del famoso Grito con el que se celebra la Independencia de México. “No es lo típico, pero en mi libro Historia chiquita hablo del hígado encebollado, de una receta en la que se tiene que desflemar el hígado en leche para que no sepa tanto a hierro. Es un platillo muy mexicano, porque a mucha gente le gusta».
En las páginas de este libro sobre la historia de México se plasman datos, crónicas, ideas de acontecimientos pasados. “Por ejemplo, hablo del maíz como una modificación domesticada por el ser humano de otro tipo de gramínea. Tiene que ver con el pozole, platillo típico que se utiliza mucho durante el 15 de septiembre. Hay distintas variaciones e incluso tipos de maíz y de pozole: hay negro, blanco, verde, rojo”.
La Historia chiquita
Historia chiquita se vuelve una herramienta para contar de manera sencilla y cercana diversos acontecimientos del México histórico y del actual. El libro fue el último producto de un proyecto que surgió cuando estaba trabajando temporalmente para el Colegio Nacional, “para hacer investigación sobre algunos de los miembros, y yo estaba temerosa porque me iba a tocar entrevistarme con Luis Fernando Lara, maestro del Colegio de México y quien creó el Diccionario del Español de México, así que decidí compartir un poco de lo que él hizo en una Historia de Instagram, jugando con que podía contar un story chiquita, y así comencé a platicar de Historia”.
De ahí siguió un podcast y luego una página web. Cuando llegó el libro, Sari buscó que tuviera el ADN de Historia chiquita. A la par, quería hablar un poco acerca de su abuela, y también a su abuelo, quien tuvo Alzheimer cuando ella tenía 8 años. “Ahí comenzó mi preocupación por la memoria”, señala la historiadora.
En el libro busca compartir historias mezcladas con datos, imágenes e información sobr cuestiones típicas de México. También dentro del mismo título hace mención de su abuela, de lo que cocinaba y lo que reflexionaba. En la portada del libro se aprecia la bandera de México y también un pequeño soldadito de juguete que simbolizan a Antonio López de Santa Anna, su tatarabuelo.
“Me parece curioso que durante la celebración del 15 de septiembre la gente se disfraza de mexicanos, pero su indumentaria más bien se relaciona con el siglo XIX. Se ponen ropa del tiempo de la Revolución. No quiero ser policía de la Historia, hay que disfrutar, pero me parece una cuestión curiosa”, explica.
Las mujeres de la Historia
El papel de las mujeres que investigan la Historia de la humanidad es importante hoy en día para Sari, al “estar codo a codo con otras mujeres latinoamericanas contando historias». Por ejemplo, «comparte cada tanto con las Morras Malditas, que son unas chavas que hacen un podcast de terror donde hablamos de hechos históricos. Se va conformando un diagrama que nos conecta y nos hace realizar cosas nuevas”.
Otra historiadora con la que ha compartido la búsqueda por divulgar sobre el pasado es Isabel Revuelta. “Creo que nos estamos abriendo a nuevas preguntas, a nuevas formas de contar la Historia, y esto hace que gente más joven se inspire y quiera leer al respecto. Por ejemplo, están las Hijas de Clío, alumnas de la Licenciatura en Historia en la UNAM, que divulgan de maneras interesantes”.
Para Sari, la Historia se sigue reescribiendo y relatando. Cree que no es objetiva, porque “tiene mucho que ver con quién la escribe, con su visión de lo acontecido”. Así, con la posibilidad de seguir ofreciendo nueva información, basada en los vestigios que cotidianamente se encuentran aquí y allá, Sari está dispuesta a contar todo sobre la Historia, en versión chiquita.