Fue una de mis grandes revelaciones. Es
un libro que adoro, yo quería ser Sherezade, siempre lo digo cuando
me preguntan qué personaje de la literatura querría ser. Me parece
increíble que un libro de esa antigüedad tenga ese alcance y esa
profundidad. Yo lo considero además como el primer libro feminista
de la historia, la mujer tiene el poder no porque es bonita, sino
porque tiene la capacidad intelectual de mantener al sultán
entretenido con sus historias.
Me gusta por su estilo, su prosa me
encanta. Entiendo que es barroca, que ahora se lleva más las frases
secas, sin subordinadas, pero su léxico me parece de otro mundo, qué
capacidad, qué manejo del lenguaje... No es de este planeta. Me
gustan los libros de viajes, no solo físicos sino psicológicos, que
transforman a los personajes. Narra el viaje de un profesor que lo
mandan a buscar un instrumento musical, y agarra una canoa y remonta
el Orinoco, y la psique del personaje, cómo se da cuenta de cómo
puede ser su vida, me parece bellísimo.
Es un autor muy de culto, no es de
masas, empezando porque es un ermitaño y no da apenas entrevistas.
Su prosa me resuena mucho, es de mi ciudad, de Medellín, y siento
que narra cosas que me tocan muy de cerca. En Primero estaba el mar
narra un tema que a mí me gusta mucho y sobre el que espero escribir
algún día, que es ese sueño que todos tenemos de ir a vivir junto
al mar algún día, buscar una vida idílica y tranquila, y aquí
narra sobre una pareja que busca este tipo de vida. Me parece
alucinante como lo cuenta, primero porque no es ese mar idílico,
porque el Pacífico puede ser muy agreste, y es muy interesante como
la naturaleza y el mar mismo se vuelve otro personaje.
Fue mi importante para mí durante la escritura de 'Cómo maté a mi padre'. Este libro también está narrado desde el punto de vista de unos niñas, y es muy cruda, de abusos, segregación racial, incesto... Y vi que se podía narrar una historia así de dura desde el punto de vista de una niña. Cuando leí este libro vi que funcionaba muy bien, que le daba mucha carga dramática a la historia. Un niño, dentro de su ingenuidad, tienen una forma muy distinta de ver el mundo.
Lo que opina Sara Jaramillo Klinkert