Clara Obligado

Voy a recomendar en primer término a Jon Fosse, el Premio Nobel del año pasado, sobre todo Mañana y tarde, que es una preciosidad. Es un librito minúsculo muy sorprendente, aparentemente muy tradicional pero, al mismo tiempo, muy moderno.

Mi siguiente recomendación es un libro que leí este verano, que es una recuperación, porque salió hace mucho tiempo, y me parece de una ternura enorme y muy especial. Lo escribió Pedro Lemebel y se llama Tengo miedo torero. Habla de la vida de una mujer trans que se enamora de un militante político en el Chile de Pinochet. Es muy bonito, a pesar del tema, que parece muy duro, pero es muy tierno y se lee muy bien.

El tercero sería un libro que recomiendo siempre, de una escritora norteamericana que me resulta divertidísima, gótica, quizá la primera ama de casa que se dedica a la literatura y en las anfetaminas: Shirley Jackson. Este libro es la madre de todas estas escritoras góticas que aparecen ahora y es delirante. Le gusta a cualquiera. Las protagonistas son dos hermanas locas y yo me identifico con las dos. Es un libro que yo adoro y lo recomiendo por divertidísimo.

Y como creo que es de bien nacida ser agradecida, voy a recomendar a una autora mexicana, que es Socorro Venegas, una gran escritora con una obra sobre el tema del duelo. Si alguien quiere compañía en un duelo desde el punto de vista literario, yo recomendaría La memoria donde ardía, que es un título precioso de Quevedo, y se trata de una colección de cuentos donde hay una una pérdida importante.

También de Socorro Venegas recomiendo el diario de su propio duelo. Ella pierde muy joven a su marido, de una muerte súbita, que es una cosa muy dolorosa. Con el tiempo encuentra el diario que escribía cuando su marido murió, y lo retoma en Ceniza roja, un libro dibujado muy bello, de un alto voltaje lírico y que nos acompaña tanto a vivir como a perder; las dos cosas.