Ethel Krauze

Ha estado en boca de todos los últimos dos años, porque es como un vino exquisito que vas saboreando. Es un título de cabecera que hay que estar sopeando, degustando y releyendo. Es la historia del libro y de la humanidad, del lenguaje, de aquello que nos hace humanos, de lo que nos permite estar hablando aquí, conmoviendo las consciencias. Así es la maravillosa Irene Vallejo.

Ahí, Elena Poniatowska tiene su cumbre tanto en la crónica como en la autobiografía y la novela histórica. Nos da una clase magistral.

Por favor, lean a esta autora danesa. Son tres tomos que se publican en conjunto, donde habla de su infancia, de su juventud y la madurez, de cómo se quiso convertir en escritora y las vicisitudes que tuvo que pasar. Es impresionante el talento que tiene esta mujer.

Stefan Zweig es un autor que he descubierto tardíamente. Lo digo con gozo, porque cuando descubres un autor que es una maravilla, te da mucho placer haberlo encontrado. Todo lo de Stephan Zwig es un gozo. Su obra póstuma se publicó hace poco y yo lo sigo leyendo.

Acabo de dar una clase de cine y literatura en la que analizamos esta novela, de Jennifer Clement, que habla de las niñas desaparecidas, robadas en la región de la montaña de Guerrero, y que posteriormente la cineasta salvadoreña Tatiana Hueso convirtió en película con el título de Noche de fuego. Es muy interesante leer la novela y ver la película.

Es un libro magnífico. Te quedas boquiabierto, pasmado, electrizado por la manera de narrar un acontecimiento tan común en las mujeres, que es un aborto, con la capacidad que tiene Annie Ernaux para meterse en los entresijos de la intimidad, de las sensaciones de las mujeres. Ella tiene la capacidad de expresar lo que no todas pueden, de usar las palabras como un cuchillo que te toca las fibras.

Esta autora irlandesa hizo esta obra que ha ganado premios y recrea la historia del hijo fallecido por la peste de Shakespeare. La recreación que hace de la época, de la historia de amor de la pareja, el vínculo con los hijos y la ternura y desgarramiento de la pérdida de uno de ellos es impresionante. Es una novela majestuosa.

Son cuentos de fantasía y ciencia ficción. Esta autora mexicana ha logrado unir historias muy íntimas de jóvenes, de amor, de encuentros y desencuentros con elementos de ciencia ficción cercanas a nosotros. Me gusta cómo ha dado solución a estos cuentos. Mi hija era su fan cuando tenía 12 años y por internet descubrió su primer libro, el que Andrea escribió cuando tenía 15 años de edad.