Sinopsis
El comienzo de esta obra es de nota roja: cinco cadáveres con los rostros ensangrentados son iluminados por el flashazo de un fotógrafo. Como afirma Vicente Leñero: “Del thriller prometido a la atmósfera del absurdo; a un universo donde los cuatro protagonistas aguardan, como quien espera a Godot, la llegada de un cincuentón de nombre vulgar: Ernesto Velarde”, un politicazo que deshilvana la madeja del misterio. Entre el thriller y la irrealidad, Muerte parcial, la primera obra de teatro de un escritor indispensable en el panorama de las letras mexicanas de nuestros días, transita con una soltura expectante.