Volver a los diecisietes

Parafraseando el primer verso del casi soneto de Sabines, un hombre y una mujer un día se encuentran, se miran, se desean… así es, más o menos el caso de los 13 cuentos que aparecen en este libro, sólo que la mujer, en ellos, es mayor en edad que el hombre, que el personaje masculino, que no es del todo un “lolito”, es más bien una solución, una ruta de fuga, un consuelo, una obsesión o un juguete; es viento grato que se mete juguetón en las vidas grises y yermas de ellas, el personaje masculino es, en la mayoría de los casos, un antídoto eficaz contra el hastío; es la búsqueda de placer desde una dominación femenina que puede –y lo hace– elegir sábanas, escenas y compañías.