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España y México: ¿nos entendemos editorialmente?

Especial España y México: ¿nos entendemos editorialmente?

David Rocha Molina Américas /

La relación entre España y México en el ámbito editorial tiene una larga trayectoria que refleja tanto sus puntos de encuentro como sus diferencias. Ambos países comparten una lengua común, el español, pero sus contextos literarios y editoriales son profundamente distintos. Esta diversidad se ha traducido en una serie de vinculaciones, aciertos y desaciertos dentro de la industria editorial en español.

El intercambio literario


México y España mantienen una estrecha relación editorial, con un flujo constante de obras literarias entre ambos países. Por un lado, España es un mercado clave para la literatura mexicana, mientras que México es uno de los países con mayor recepción de títulos españoles. Según estadísticas de la Cámara Mexicana del Libro (CML), aproximadamente 8% de los libros publicados en México provienen de editoriales españolas. Esta cifra muestra una tendencia en la que España exporta una considerable cantidad de títulos, especialmente en géneros como la narrativa contemporánea, el ensayo y la literatura infantil y juvenil.

Por otro lado, la literatura mexicana tiene un impacto creciente en el mercado editorial español. Escritores como Juan Rulfo, Octavio Paz y, más recientemente, autoras contemporáneos como Valeria Luiselli, Samanta Schweblin, Aura García-Junco, Dhalia de la Cerda y Fernanda Melchor, han logrado una gran acogida en España. Los sellos editoriales españoles han dado visibilidad a autores mexicanos que abordan temas como la violencia, la migración, la identidad y la historia reciente de América Latina, elementos que despiertan gran interés en la audiencia española.

La traducción del español latinoamericano

Uno de los mayores desafíos en la relación editorial entre España y Latinoamérica radica en las traducciones del español latinoamericano al castellano europeo. A pesar de que ambos comparten la misma lengua, las diferencias dialectales y culturales pueden llevar a confusiones o malentendidos. Esto es especialmente evidente en la literatura mexicana, cuyas peculiaridades lingüísticas y culturales pueden perderse en la traducción. En este sentido, algunas editoriales en España han sido criticadas por no respetar las particularidades del español latinoamericano y adaptarlas a un castellano más neutro, perdiendo así la esencia del texto original.

Además, el mercado editorial en América Latina se ve afectado por la constante presencia de títulos traducidos desde España. Aunque esta globalización editorial tiene aspectos positivos, como la llegada de grandes autores internacionales a la región, también ha generado una cierta hegemonía del mercado español sobre las editoriales locales. Esto ha provocado una dependencia de las traducciones y una cierta desventaja para los escritores latinoamericanos que no tienen la misma visibilidad o acceso a los mercados internacionales.

El auge de la literatura mexicana en España ha sido significativo en los últimos años. A través de las publicaciones de editoriales como Anagrama, Seix Barral, Océano y Penguin Random House, autores mexicanos han alcanzado gran notoriedad. 

Este intercambio no se limita solo a la narrativa, sino que se extiende también al ensayo y la poesía, con la figura de Octavio Paz como uno de los pilares que continúa influyendo en los escritores y lectores españoles. La relación entre ambos países en cuanto a literatura se ha fortalecido gracias a las ferias del libro y a los encuentros de escritores, en los que se genera un diálogo constante sobre los temas que marcan la agenda cultural en cada región.

Los desafíos

La industria editorial en español se enfrenta a desafíos derivados de la digitalización y los cambios en los hábitos de consumo. Las plataformas de autoedición, la piratería digital y el acceso gratuito a contenidos a través de internet han alterado el panorama tradicional. Sin embargo, la literatura en español sigue siendo uno de los principales motores de la industria cultural en ambos países.

España y México han tomado medidas para revitalizar el sector. En México, el fomento a la lectura y la protección de los derechos de autor son políticas clave del gobierno, mientras que en España, iniciativas como la Ley del Libro de 2007 han buscado regular el mercado para garantizar el acceso equitativo y proteger a los pequeños editores.

En el futuro, el mercado editorial en español parece estar en constante expansión, con el crecimiento no solo en Europa y América Latina (principalmente en Chile, Argentina y Colombia), sino también en Estados Unidos, donde el mercado hispano ha tenido un aumento considerable. Los escritores y editores deben adaptarse a estos nuevos escenarios, donde la innovación digital y el acceso a plataformas globales son fundamentales para llegar a un público más amplio.

En la última década, tanto España como México han promovido una serie de políticas públicas orientadas a fortalecer la relación cultural entre ambos países. A través de acuerdos bilaterales, los gobiernos han respaldado la organización de ferias del libro, residencias de autores y programas de traducción. Las autoridades culturales de ambos países han trabajado para facilitar el acceso a la literatura de un lado y otro del Atlántico, conscientes del potencial de intercambio cultural que esto implica.

La política y el futuro

La figura del Instituto Cervantes sigue siendo clave para promover el español como lengua global y apoyar a los escritores de ambos países. A la vez, el Centro Cultural de España en México se ha convertido en el mejor escaparate de las y los creadores españoles de todas las disciplinas.

Aunque no se ha pronunciado específicamente sobre la relación literaria entre ambos países de forma destacada, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum mostró un compromiso con el fomento de la cultura y la literatura en general.

En varios de sus discursos, ha resaltado la importancia de la diversidad cultural y la promoción de los derechos culturales de todos los mexicanos, incluidas las artes y la literatura. También ha apoyado la vinculación en espacios como la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, uno de los eventos más importantes para los escritores y editores tanto de México como de otros países hispanohablantes, en donde España es el país invitado de honor en su edición 2024 y el próximo año recibirá a Barcelona, la ciudad meca de la industria en español, con lo que el vínculo se hará aún más fuerte. 

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