
Especial México-Estados Unidos: una relación de novela
Recientemente, Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, ha reavivado las tensiones comerciales con México al amenazar con imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas si el país no toma medidas más drásticas para frenar la migración y el tráfico de drogas.
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió el trabajo que el gobierno mexicano ha realizado en estos temas, destacando una disminución del 75% en los flujos migratorios hacia Estados Unidos durante el último año. Además, subrayó la importancia de mantener un diálogo respetuoso entre ambos países para evitar conflictos económicos mayores.
La relación entre ambos países siempre ha sido digna de una novela de intriga, drama y hasta un poco de terror.
Una historia editorial bicultural
Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones mexicanas, en caso de no frenar la migración hacia Estados Unidos, han generado incertidumbre en sectores clave del comercio entre ambos países. La industria editorial no es ajena a estas tensiones, ya que México ha consolidado una importante posición en la exportación de libros, especialmente en español, hacia el mercado estadunidense.
Históricamente, México y Estados Unidos han mantenido una estrecha relación comercial en el ámbito editorial, impulsada por la creciente demanda de libros en español en Estados Unidos. Las exportaciones de libros de México hacia su vecino del norte alcanzaron cifras significativas en los últimos años, particularmente en segmentos como literatura infantil y educación, que atienden a una población hispana cada vez mayor. Bajo el marco del T-MEC, estas relaciones se fortalecieron al reducirse las barreras comerciales para productos culturales, beneficiando tanto a editoriales como a distribuidores.
Con el reciente triunfo de Trump y su intención de implementar aranceles severos, el sector editorial enfrenta la posibilidad de un encarecimiento que podría afectar tanto a las exportaciones como al acceso a libros en Estados Unidos. Según expertos, imponer aranceles podría encarecer el precio final de los libros, afectando principalmente a consumidores hispanos, uno de los mercados más importantes para las editoriales mexicanas. Además, México, como primer socio comercial de Estados Unidos, enviaría un impacto más allá de la industria cultural, alterando cadenas de suministro y distribución relacionadas.
Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó que su administración está preparada para proteger los intereses de México, resaltando que el comercio entre ambos países no solo es significativo en términos económicos, sino que es un pilar de la integración regional bajo el T-MEC. En caso de que se materialicen las amenazas de aranceles, México tomaría represalias equivalentes.
Además, dejó claro que las amenazas de imponer aranceles no solo son contraproducentes, sino que también desvían la atención de los esfuerzos conjuntos que deben priorizarse en la lucha contra el narcotráfico, señalando que “es necesario abordar las raíces del problema, como la demanda de drogas en Estados Unidos y el tráfico de armas hacia México, que alimentan la violencia en ambos países”.
Dos novelas sobre el tema
Ante este panorama, México podría explorar nuevos mercados fuera de Estados Unidos, como Europa o Asia, para diversificar sus exportaciones. Sin embargo, los expertos señalan que el país debe prepararse para negociar desde una posición sólida en la próxima revisión del T-MEC en 2026, asegurando que los productos culturales, incluidos los libros, mantengan condiciones favorables.
Para entender el vínculo entre ambos países, recomendamos la lectura de El asesino que no seremos, de Federico Mastrogiovanni, novela que narra la desgarradora historia de Ed, un dreamer cuya vida expone las complejidades y tragedias de la migración. Desde su infancia en Estados Unidos hasta el riesgo de deportación a un país que no conoce, la obra retrata el choque entre el sueño americano y la dura realidad de quienes viven en la sombra de las políticas migratorias.
Por otro lado, Patrias, del periodista Alfredo Corchado, examina la gran migración mexicana desde finales de los años ochenta, entretejiendo la historia de cuatro amigos para mostrar la conexión emocional y cultural entre México y Estados Unidos. Mezclando la investigación y el relato personal, refleja cómo la migración redefine las nociones de hogar y pertenencia en dos naciones marcadas por la interdependencia.
Ambos títulos ofrecen perspectivas complementarias sobre la experiencia migrante, para entender el suelo que se pisa en esta historia digna de novela.