Arena y sol. Novelas inolvidables que transcurren en el desierto
En estas novelas, la geografía es desértica pero está llena de color, ya sea que se ubique en México, África o el centro mismo del ser.
El desierto es un espacio aparentemente inhóspito en el que, más allá de la arena y el sol, la vida bulle, se llena de color y aventuras. A la par, hay otras zonas áridas que nos rodean, ubicándose muchas veces en el centro mismo de nuestro ser. En estas novelas inolvidables que transcurren en el desierto se habla de todo ello.
El desierto americano
Por Nunca más su nombre, el escritor zacatecano, radicado en Tijuana, Joel Flores, ganó el Premio Juan Rulfo en 2014. Esta novela forma parte de una trilogía que se ubica entre su lugar de origen y el que habita, una zona en México donde el desierto se impone. En la historia, lo árido también se encuentra en la relación entre un hijo y su padre ausente que, al morir, enfrenta al primero a las dunas de su memoria.
Todo buen vaquero necesita de un desierto, y el autor lagunero Carlos Velázquez lo sabe. Con una forma de escribir irrepetible, saltándose las bardas de la norma, La biblia vaquera es todo un crisol del desierto mexicano, en donde se pueden encontrar osos polares, burritos de machaca, líneas de coca, pactos con el diablo y un "luchador diyei santero fanático religioso y pintor". Es un libro básico en la llamada “narrativa del desierto” que, a la par, transgrede sus códigos para ofrecer un oasis narrativo.
"Mañana la vida será la misma para millones de personas, pero para mí cambiará radicalmente. Me transformaré en padre", escribe el autor peruano Renato Cisneros en esta oda a la paternidad en donde el desierto lo lleva dentro, en el mejor de los sentidos. Inabarcable, hermoso y temible, el paisaje árido te confronta y te ilumina, ¿y qué mejor legado de vida para una hija o un hijo que ese aprendizaje?
Clásicas novelas sobre el desierto
Ya sabemos que la historia de El Principito nos lleva por diversos planetas. Sin embargo, sin el desierto la historia misma no existiría, porque la novela breve de Saint-Exupéry comienza en el desierto del Sahara, donde un piloto con un avión averiado se encuentra a un chico proveniente del asteroide B 612. Ahí, en medio del desierto, se comienza a dibujar la historia de este personaje inigualable, que se ha convertido en uno de los más aclamados en la historia de la literatura.
Una historia inolvidable es la de El cielo protector, novela de Paul Bowles que fue llevada al cine con la misma profundidad de las páginas. Una pareja realiza un viaje a África para resolver sus dificultades conyugales. Sin embargo, todo se sale de sus manos y el desierto se vuelve el espacio ideal para enfrentarse a sus demonios, aunque les cueste la vida o el honor.
En 1909, miles de "guerreros del desierto" y sus familias, pertenecientes a diversas tribus del noroeste de África, confluyen en Saguia al-Hamra para librarse del ejército francés. Varias décadas después, Lalla, una niña descendiente de esos "hombres azules" del Sahara, comienza su propia odisea sin olvidar las dunas, el silencio y la libertad. La prosa de Le Clézio en este libro embellece al desierto y la palabra del Premio Nóbel ocupa el primer lugar.