Gabriela Cabezón Cámara recomienda libros para soñar
La escritora argentina habla aquí de su novela más reciente, "Las niñas del naranjel", de su impresionante uso del lenguaje y su amor por la naturaleza.

Audacia narrativa, una profunda exploración de temas sociales y un estilo único y provocador son los elementos que conforman las novelas de la escritora argentina autora de Las niñas del naranjel. Aquí, Gabriela Cabezón Cámara recomienda libros para soñar.
Videoentrevista con Gabriela Cabezón Cámara

Los libros para soñar de Gabriela Cabezón Cámara
Gabriela Cabezón Cámara es una de las figuras más prominentes de la literatura en Argentina y de Latinoamérica, además de ser una destacada intelectual y activista feminista y socioambientalista.
Ha escrito novelas, libros de cuentos y novelas gráficas en las que aborda cuestiones vinculadas con la identidad de género, la desigualdad social, la verdad emocional de los seres humanos y la lucha por la justicia. Las protagonistas de sus historias son complejas y vibrantes, con una intensa energía que las vuelve entrañables.
Entre sus novelas más reconocidas se encuentran La Virgen Cabeza y Las aventuras de la China Iron, las cuales desafían las convenciones literarias y nos invitan a reflexionar sobre el mundo que nos rodea desde una perspectiva fresca y provocadora.
Actualmente presenta Las niñas del naranjel, una novela de aventuras que acontece en la selva a principios de 1600. En entrevista, Gabriela explica que "hay una línea del pasado que cuenta el personaje principal. Su vida arranca en el País Vasco y termina en Sudamérica. Es un personaje nacido mujer que en 1598 se transforma en varón. Su vida es muy vertiginosa".
La protagonista está inspirada en la famosa Monja Alférez, que Cabezón Cámara ubica en la selva, con una perrita, dos caballos, dos monos y dos niñas. "Antonio es una persona violenta, un genocida que participó de la conquista de la Araucanía, no es una persona que quisiéramos que fuera nuestro amigo. Sin embargo, su convivencia con las dos niñas guaraníes que le preguntan cosas todo el tiempo, lo va transformando hasta llegar a la transformación más radical que se puede imaginar".
Pensando en el tiempo en el que se desarrolla su historia, la autora concluye que "la época de la Conquista no se terminó nunca. Nos sacamos a España de encima, pero nuestros estados siguen siendo estados criminales, colonizados y, a la vez, coloniales. Entonces, es una construcción con sentimientos muy contemporáneos, de un pasado que habla de un presente. Escribir en el pasado me permitía tomar un poco de distancia y perspectiva, aunque no era tan fácil no empezar a los gritos, porque lo que pasó fue horrible, pero también quería contar la belleza y la vida de la selva, la ternura de las niñas. Invertir la conquista, porque ellas son las que lo conquistan a él", explica.
El lenguaje en los libros para soñar de Gabriela
Gabriela Cabezón Cámara desafía las convenciones lingüísticas establecidas con un estilo narrativo que es vívido, directo y a menudo provocador, utilizando un lenguaje rico en argot, expresiones coloquiales y neologismos para capturar la diversidad y la vitalidad del habla popular.
Su narrativa refleja la complejidad de las identidades y experiencias de sus personajes, así como su realidad social y cultural. Además, en sus páginas el lenguaje se transforma en una herramienta para explorar temas como la sexualidad, el género y la política.
De esta manera, leerla es como habitar un sueño, en donde se escucha el rumor de la selva, se huelen las plantas, se observa a las dos niñas habitando su propio espacio interior. Gabriela explica que percibe con mucha fuerza el sonido de la palabra: "Incluso cuando la leemos con la boca cerrada, suena, y yo siento esa música, ese ritmo. Para mí, escribir es siempre buscar una música. Es una exploración a la vez que una construcción. Todo tiene que tener el mismo sonido, por ello, trato de usar distintos registros: barroco, rítmico, minimalista, con una sintaxis rara para que suene como una canción".
Para ella, el entramado de las diferentes lenguas es "una cosa medio orgiástica, me resulta erótico. Yo hago un chiste en Las niñas del naranjel, porque no es que así se hablara en el Siglo de Oro. Me divertí mucho porque agarré el verbo, le puse atrás el pronombre y el artículo, y listo, suena antiquísimo".
Desde temprana edad, Cabezón Cámara se definió como una mujer lesbiana. De una u otra manera, el mundo queer está presente en sus libros. "Ser lesbiana es algo que me atraviesa. Reflexiono sobre lo que mucha gente que conozco y yo misma vivimos. Es mi mundo. La sexualidad no está separada del resto de la vida. En mis novelas está como parte de un todo más grande, no recortado, no subrayado ni escamoteado. Está. Existe. Es así", concluye.
Gabriela Cabezón Cámara recomienda libros para soñar
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El niño resentido es una autoficción de César González, quien nació en un lugar muy pobre, en una villa miseria en Argentina. Padeció carencias y precariedades que ningún niño debería padecer y que, sin embargo, en mi país padecen muchísimos niños. Tuvo una vida muy dura que incluyó el crimen y la cárcel. Es un texto bellísimo, súper poderoso. Además, es celebrable que por fin se estén publicando voces de otros sectores sociales que no se publicaban mi país. Es un chico talentosísimo que también es cineasta.
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Es una novela espectacular sobre una mujer que pierde la memoria; lo único que recuerda es su objeto de investigación, que tiene que ver con el secuestro de una niña indígena que lleva a cabo el tatarabuelo de la protagonista. Eso se le queda en la cabeza, ¿pero, qué significa? Ella se queda con su familia y se narra su historia y, a la vez, el propio descubrimiento de sí misma. Es una locura, una maravilla de novela.
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Es una novela enorme, bellísima, que tiene una historia alucinante y en su corazón tiene la belleza de la vida, de los ríos, del litoral de mi país; la tiene como muy pocos libros.
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Son monólogos de un árbol a una piedra y un perro. Este libro de poemas es de una belleza increíble, conmovedora, de otro planeta.
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La primera parte de esta novela está contada desde el punto de vista de una especie de antropólogo higienista de principio del Siglo XX, que trabaja para un señor rico que compra a 20 miembros de un pueblo originario de un lugar como la Amazonía peruana. ¡Los compra! ¿Qué pasa después? Es maravilloso.