Los mejores libros sobre borracheras épicas
A lo largo de la historia de la literatura han existido creaciones literarias vinculadas con las bebidas alcohólicas, escritas bajo los efectos etílicos o porque exploran el mundo de la fiesta y la necesidad de beber, como se plasma en los mejores libros sobre borracheras épicas.
Beber para escribir
Edgar Alllan Poe vivió enganchado al alcohol y al opio. Ernest Hemingway organizaba enormes fiestas y escribía en estado etílico.
Dicen que el poeta Dylan Thomas, tomó 18 whiskies antes de caer en una calle neoyorquina como preámbulo de su muerte, y William Burroughs acabó matando a su pareja creyéndose Guillermo Tell en estado espirituoso.
Las escritoras no han sido tan aplaudidas por su consumo: se dice que Patricia Highsmith se tomaba siete martinis y dos copas de vino al día, además de ginebra, y Elizabeth Bishop optaba por la colonia cuando se le acababa el alcohol.
Algunos libros han dado seguiiento a la historia del alcohol y su vinculación con la escritura.
Los clásicos de la fiesta eterna
La sufrida vivencia de Charles Jackson durante largas jornadas alcoholizadas contrasta con las escandalosas aventuras de Charles Bokowski, el gran borracho del siglo XX en la literatura, quien convirtió a los excesos en motivo de creación.
Malcolm Lowry creó una impecable novela sobre un personaje que vivía en el delirio del alcohol, y Ernest Hemingway celebra por todo lo alto las noches en París, en las que, como uno de sus títulos indica, todo era una fiesta.
Unas décadas después, el padre del periodismo gonzo, Hunter S. Thompson, haría numerosos trabajos periodísticos que se convirtieron en obras literarias vinculadas con lo que experimentaba bajo el influjo de las drogas y el alcohol.
Escrita cuando su luz ya se apagaba, en el ocaso de una existencia plagada de alcohol y literatura, esta novela narra la vida que Hemingway llevaba en París allá por los años veinte, cuando la capital parisina era un hervidero de artistas. Como toda fiesta, esconde una dosis de alcohol ineludible, que marcará los comportamientos de genios como el propio Hemingway, Fitzgerald, Pound o Joyce.
Borracheras recientes
En América Latina las y los autores también le entran al chupe. O lo plasman en sus libros.
La argentina María Moreno, por ejemplo, hace una fusión de géneros para hablar de su vínculo con la bebida.
Los mexicanos Guillermo Fadanelli y Carlos Velázquez son dos de los escritores que han experimentado en carne propia lo que luego narran, hablando de los excesos en la bebida y los estupefacientes.