Novelas que te remueven hasta la médula
Las buenas historias nos hacen llorar, vernos en un espejo, reflexionar, agradecer. En estos libros encontrarás el poder emocional de la literatura.

En los libros puede residir un gran poder. Las buenas historias nos hacen llorar, emocionarnos, vernos en un espejo, reflexionar, agradecer. En estas novelas que te remueven hasta la médula encontramos vivencias desgarradoras que, de una u otra manera, sirven de expiación para nuestras propias experiencias.
Infancia y juventud
Pocas situaciones deben de ser tan terribles como perder a un hijo en las calles y no verlo jamás. Más aún: es horrible lo que les pasa a las y los niños de la calle como María Aparecida y Betinho, dos pequeños que sobreviven en las calles de Salvador de Bahía en una orfandad inesperada que te conmueve hasta el aullido en La reina del cine Roma.
Algo parecido acontece frente a la violación de seres inocentes. En Viaje al este, es el padre de la protagonista (que es la propia autora de la novela) quien violenta sexualmente a su hija desde que era una niña y hasta su adultez. Este es el tercer libro de Christine Angot que habla del tema. Como para sanar heridas enfrentándose al dolor más profundo.
Las lágrimas salen a borbotones con De acero, la novela en la que la italiana Silvia Avallone usa muchas voces para hablar del tránsito de la infancia a la juventud en un espacio inhóspito en el que padres y madres trabajan duro, mientras las chicas protagonistas deben ganarse un lugar en la vida con las herramientas a su alcance.
Mujeres
Mathilde y Thibault son dos habitantes de París cuyas vidas se desarrollan lenta, aburrida y solitariamente. Sin pareja, sin posibilidad de desarrollo, sin reconocimiento por su duro trabajo, deambulan cada día en el Metro, purgatorio con escalas en Las horas subterráneas, de Delphine de Vigan.
En El lector la protagonista es Hanna, una mujer analfabeta que trabaja como guardia en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Por casualidad conoce a Michael Berg, de 15 años, quien se vuelve su amante y su lector en una novela profunda, sentimental y cruda, escrita por el alemán Bernhard Schlink.
No hay concesiones en El monstruo pentápodo. En sus páginas, la mexicana Liliana Blum genera escalofríos, horrores y miedos al presentarnos a Raymundo Betancourt, un hombre aparentemente modelo que, sin embargo, secuestra niñas para mantenerlas encerradas en su sótano.
Violencia
La violencia siempre altera. Más aún cuando se cuenta con un lenguaje diferente, preciso, doloroso, que genera emociones a la vez que imágenes. El cubano exiliado en México Eliseo Alberto y la mexicana Fernanda Melchor crearon un estilo que no deja a nadie indiferente, como se lee en Caracol Beach y en Temporada de huracanes.
Amor
El amor siempre ilumina, conmueve y, a veces, duele. No discrimina, pues lo mismo se enfoca en el amor de madre (o de quien no quiere serlo), como en Carta a un niño que nunca nació, de Oriana Fallaci, que a una pareja que tras cuatro días juntos descubre el más tremendo de los destinos: tener que amarse por separado hasta que la muerte los una, en Los puentes de Madison County.