Pol Guasch y los libros que lo hicieron escritor
El escritor y poeta catalán nos habla de su última novela, "En las manos, el paraíso quema", y de su pasión por las sensaciones en la escritura.
La de Pol Guasch es una de esas voces que te sacuden, que te dejan pensando en todo lo que duele y lo que arde. Su novela Napalm en el corazón recibió el Premio Llibres Anagrama de Novela 2021 y en 2020 fue reconocido con el Premio Talento a Bordo del Festival Eñe y el Premio 42 Revelación en catalán. Recientemente presentó en México su novela más reciente, En las manos, el paraíso quema, sobre la que aquí nos habla, y nos recomienda los libros que lo hicieron escritor.
Videoentrevista con Pol Guasch
Del amor a la amistad
En las manos, el paraíso quema entreteje una narración que brilla en la oscuridad de un mundo al borde del colapso. Rita y Líton, dos almas conectadas desde infancias dispares, se enfrentan al fuego literal y figurado: los bosques que arden, el deseo que consume, el futuro que se escapa. Desde una montaña que domina un valle marchito, hasta las calles bulliciosas de una juventud efímera, su amistad se transforma en una conspiración contra la extinción.
En estas páginas, Pol Guasch ofrece una historia melancólica y fulgurante en donde cada pérdida guarda un destello de esperanza y cada fin sugiere un renacimiento, como nos comparte en entrevista.
Pol, ¿cómo es la exploración de la amistad en En las manos, el paraíso quema?
La idea de escribir sobre la amistad surgió porque, tras haber escrito una novela anterior centrada en el amor, Napalm en el corazón, sentí un vacío. En esa obra exploré profundamente el amor en sus diferentes manifestaciones: el amor entre una madre y un hijo, el amor romántico, entre otros. Sin embargo, al terminar, me pregunté por qué había dedicado tanto tiempo a reflexionar sobre el amor cuando había algo más importante para mí desde una perspectiva biográfica: la amistad.
Ese cuestionamiento me llevó a notar cuán pocos referentes tenía sobre historias de amistad, cómo carecía de un imaginario cultural al respecto. Había muchas preguntas sin responder: ¿Qué significa realmente la amistad? ¿Qué la define? ¿Cómo se vive? Y con ese impulso decidí escribir sobre ella, abordándola como una historia entre dos amigos.
Cuéntanos más de la idea de la novela como una sensación.
Me obsesionó la idea de que no tenía referentes claros ni imágenes, ni siquiera un lenguaje o una serie de metáforas sobre la amistad. Fue entonces cuando concebí la novela, no como una narrativa concreta, sino como una sensación, una atmósfera. Eso lo aprendí de la poesía, ya que antes de escribir novelas, solía escribir y leer poemas. Ahí descubrí que un poema podía acompañarte durante días, apareciendo de pronto en momentos cotidianos, como mientras cocinas o lavas los platos. Cuando comencé a escribir narrativa, mi objetivo era replicar esa sensación: que el lector, al terminar, no recordara una trama específica, sino una emoción o una sensación que quedara atrapada en su interior, como un eco en el estómago. Y, al final, yo escribo buscando esa sensación.
El lenguaje como herramienta
"No escribo con la intención de transmitir una lección moral, un conocimiento específico o una trama complicada. Lo que busco es generar una sensación que perdure en el lector, y esa sensibilidad, como decía, la aprendí en la poesía", redondea Pol.
¿Cómo es para ti utilizar el lenguaje como herramienta?
Es muy bonito esto que dices del lenguaje y la literatura como herramientas, porque, al final, la creación es un espacio libre, autónomo, no utilitario ni productivo, pero de ahí viene la utilidad de la literatura. Para mí, ahora mismo la literatura es la herramienta que tengo para acercarme más al mundo, para tocarlo, para entenderlo. No escribo para huir a mi torre de marfil, sino que escribo para tocar más el mundo. A lo mejor en diez años descubro otra herramienta, no lo sé, pero me gusta mucho que uses esa palabra porque para mí la literatura tiene mucho de herramienta que te lleva a la creación, a la libertad, a la belleza, a la autonomía, pero también tiene algo importantísimo para acercarme a la realidad. También escribo por esto.
¿De que manera vives, siendo tan joven, la experiencia de ser un escritor reconocido?
Cuando uno escribe siendo muy joven, se encuentra en un mundo editorial diseñado por y para los adultos, pero no solo pasa en ese ámbito; en general, todo está fabricado para el conocimiento de los adultos. La experiencia es algo fundamental, la trayectoria es algo que se valora muchísimo y todavía existen muchos relatos de la meritocracia, de una cola de gente esperando para algo que no sabemos exactamente lo que es. Entonces, ser un escritor joven te acerca a cosas muy curiosas: te encuentras con alianzas preciosas, hay autores muy establecidos que tienen muchas ganas de generar interlocución generacional, hay personas que te ayudan muchísimo, que te abre las puertas, pero también te encuentras con lo contrario, con muchísimo paternalismo, con las opiniones, como si los jóvenes, por el solo hecho de serlo, fueran inmaduros, como si estuvieran a medio construir. Por eso es curioso, pero bonito.
¿Cómo es tu experiencia como lector?
Si tuviera que elegir entre leer y escribir, sin duda escogería leer. Amo los libros que, como lector, me invitan a ser un participante activo, a tener experiencias lectoras nada pasivas, completando huecos de sentido y lenguaje. Esa es la lectura que me gusta y por eso me gusta tanto leer, porque creo que leer es en sí una forma de escritura.
Pol Guasch y los libros que lo hicieron escritor
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El hombre que se enamoró de la luna, de Tom Spanbauer, es un libro que me encanta, es una novela preciosa.
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Cerca del corazón salvaje es la primera novela que escribió Clarice Lispector, y es fundamental.
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Hay un libro maravilloso, que supongo que supongo que en México se leerá muchísimo, que es Salón de belleza, de Mario Bellatín. ¡A mí me encanta!
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Poema del fin es un poema largo de la escritora rusa Marina Tsvietáieva, que me ha acompañado a lo largo de los años. De hecho, todas mis recomendaciones son lecturas fundamentales con las que he crecido y me han construido como escritor.