Salvador Hurtado

Los libros de Salvador Hurtado
Lo que opina Salvador Hurtado
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Lo primero que deben hacer es leer a los clásicos. Hay libros de los que todo mundo habla pero nadie ha leído realmente. Es fundamental, por ejemplo, leer El Quijote de Cervantes. A muchos nos traumatizaron con este libro en la escuela. A mí me lo pusieron en primero de secundaria, en el castellano original de la época. Era una auténtica tortura. Pero de adulto lo he leído tres veces y no dejo de reírme, porque nadie nos dice que es un libro cómico, lleno de humor. Se burla de un viejo loco que, tras leer demasiados libros de caballerías, sale a la calle a imitarlos y siempre termina fracasando, porque la realidad acaba aplastando sus fantasías. Ese Quijote místico y solemne que nos vende la visión anglosajona no existe: en realidad es un personaje ridículo pero entrañable, que te roba el corazón.
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Les recomiendo encarecidamente a los autores rusos. Lean Guerra y paz de Tolstói, Crimen y Castigo de Dostoievski, cualquier obra del realismo ruso. Descubrirán retratos extraordinarios de la condición humana, a la vez profundos y divertidos. Guerra y paz comienza como una telenovela; de hecho, ¡Dostoievski inventó la telenovela! Pero cuando llega la invasión napoleónica se convierte en una épica deslumbrante.
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Les recomiendo encarecidamente a los autores rusos. Lean Guerra y paz de Tolstói, Crimen y Castigo de Dostoievski, cualquier obra del realismo ruso. Descubrirán retratos extraordinarios de la condición humana, a la vez profundos y divertidos. Guerra y paz comienza como una telenovela; de hecho, ¡Dostoievski inventó la telenovela! Pero cuando llega la invasión napoleónica se convierte en una épica deslumbrante.
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No olviden a nuestros autores. Lean Pedro Páramo, de Juan Rulfo, un laberinto poblado de almas en pena donde el diablo se llama Juan Rulfo. Si prefieren cuentos, lean El Llano en Llamas. También exploren El águila y la serpiente de Martín Luis Guzmán o Cartucho: nuestra novela de la Revolución está lamentablemente olvidada, pero es clave para entender México.
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Para un enfoque más académico, Pancho Villa, de Paco Ignacio Taibo II es extraordinario: no es historia pura, sino un compendio de mitos villistas, porque los mitos no son mentiras, sino verdades vestidas de leyenda. Mi abuelo fue general de la División del Norte, así que como villista, lo adoro.
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La novela histórica es una forma maravillosa de aprender. Si les interesa Roma, lean Yo, Claudio, de Robert Graves, porque todo lo que narra sucedió realmente, como la emperatriz Mesalina compitiendo con una prostituta para ver quién podía acostarse con más hombres en una noche (¡ganó con 600!). Los Reyes malditos, de Druon, es imprescindible para entender a los templarios y el cisma de Occidente. Para historia española con conexión americana, Trafalgar, de Pérez Galdós, muestra cómo la invasión napoleónica precipitó nuestra independencia.
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No descuiden la ciencia ficción. Crónicas Marcianas o Fahrenheit 451, Un mundo feliz de Huxley y 1984, de Orwell, parecen escritos hoy: es alucinante cómo anticiparon nuestro presente. Lean, lean y lean. Cada libro es una puerta a nuevos mundos.