Andrés Obando recomienda libros que llegan al corazón
Sumérgete en esta entrevista con el escritor colombiano, quien habla sobre su novela más reciente, "El país de la nostalgia", y su viaje por el camino de la escritura.

La sencillez de Andrés Obando se mezcla con su curiosidad por conocer otras realidades y experimentar otras vidas. Administrador de empresas graduado del Babson College, de Boston, ha seguido un camino paralelo en la escritura que le ha permitido publicar cuatro novelas, entre ellas El país de la nostalgia, la más reciente. Aquí habla al respecto y recomienda libros que llegan al corazón.
Videoentrevista con Andrés Obando

Una historia entre muros
Andrés Obando está de plácemes. El escritor colombiano estrena la novela que marca de manera definitiva un estilo que tiene que ver con su gusto por crear pequeños mundos, hábitats en donde los personajes se mueven en busca de algo, sea una mujer, un objeto, una verdad, un recuerdo o el sentido mismo de la vida. Le gusta basarse en periodos históricos y ahí desarrolla historias de ficción, como lo ha hecho en sus novelas anteriores, Bajo el cielo de París, Tintoretta y Entre lágrimas y cintas.
Su nueva novela se llama El país de la nostalgia y, según sus palabras, "se ubica en Alemania del Este, después y antes de la caída del Muro de Berlín, por lo que se juega un poco con los tiempos para mostrar cómo cambió el país después de este acontecimiento. El protagonista es un físico que, cuando se reunifica Alemania, está en la cárcel y no alcanza a vivir ese hecho. Le toca salir de prisión y encontrarse con un mundo completamente distinto al que él conocía", explica en entrevista.
¿A qué se debe este afán por ambientar sus historias en ciudades y momentos específicos?, le preguntamos. "Siempre he tenido una fascinación por la historia, especialmente la del siglo XX", responde. "Creo que fue una época muy turbulenta en que constantemente pasaban cosas, y siempre me fascinó esa particularidad que tiene Alemania de haber vivido separado del 1961 al 1989. Fueron casi 30 años de estar entre dos países. Me parece muy interesante que hoy en día se perciba en Alemania una cultura unificada, pero durante mucho tiempo hayan sido dos países".
Además, Andrés habla alemán y eso también le ha generado una gran fascinación, pues es amante de los idiomas y también de la ciencia, por lo que tener un personaje que fuera físico definió la historia. Un amigo suyo, Thomas Treutler, quien fuera director de Idiomas de la Universidad EAFIT, en Medellín, se crio en Leipzig y cuando se cayó el Muro tenía 18 años de edad, por lo que le hablaba mucho sobre ese mundo.
"Él fue uno de los principales lectores de esta novela, me confirmó todos los detalles y se le notaba una nostalgia importante cuando hablaba sobre su antigua vida, y ese fue uno de los sentimientos que trate de mostrar, de hacer notar en la novela, porque el personaje principal vivió este cambio de realidad y sentía una constante nostalgia por lo que había antes, le faltaban esos pedacitos del pasado, aunque entendía que era necesario el cambio", comparte.
Dentro de El país de la nostalgia hay otro personaje muy interesante, que es una psicóloga a la que obligatoriamente tiene que ver el protagonista, y no solo juega un papel importante para que éste cuente su historia, sino que "dentro de esta doctora está la historia de todos los ciudadanos de Berlín, incluyendo Berlín Occidental, porque todos sufrieron esa separación durante 50 años".
La escritura y la vida
¿Cómo ha encontrado Andrés Obando su voz narrativa? Básicamente, probando diferentes formas y métodos. "Yo he probado de todo, he escrito en primera persona, en tercera y en segunda, he escrito desde diferentes puntos de vista, novelas con muchos personajes y novelas con poquitos personajes. Así he ido encontrando mi estilo y también qué tanto debo abrir un diálogo en la narrativa y qué tanto meterme en los pensamientos del narrador. Con El país de la nostalgia no pude evitar extenderme".
Esta es la cuarta novela del escritor. Sus primeras dos historias, Bajo el suelo París y Tintoretta, las publicó en una editorial pequeña de Medellín, Frailejón Editores. La tercera, Entre lágrimas y cintas, la lanzó Penguin Random House. Ahora se siente emocionado por el lanzamiento de la nueva, con la misma editorial.
Obando reconoce que como autor tiene mucha disciplina, "pero, lastimosamente, no me dedico completamente a la escritura, así que me toca jugar con mis tiempos. Lo mismo escribo a las cinco de la mañana que por la noche, depende de que me sienta animado con lo que esté escribiendo".
Vivir en Colombia y salirse de sus historias no siempre es fácil, pero el autor ha querido deslindarse del esquema: "Bogotá me parece una ciudad de gran literatura y de ahí salen muchas historias de colombianos escribiendo sobre Colombia para otros colombianos, y yo me quería alejar de ese mundo y escribir sobre otros que me interesan para alejarme un poco de lo que sucede en mi país, sea políticamente hablando o a nivel de la violencia o lo social. Escribir me despeja la mente del día a día".
Su vena artística es de familia. Hermano del premiado cantante y compositor Sebastián Yatra, su padre ha sido pieza fundamental en su desarrollo al ser un lector empedernido y un músico que "cuando tomaba la guitarra podía seguirse tres horas tocando diferentes canciones y nunca repetir. Por esa fascinación que uno tiene como hijo hacia el padre, uno va encontrando cosas por las cuales replicar el estilo de vida. En mi caso, pensé que a través de la literatura lo podía llegar a hacer", finaliza.
El país de la nostalgia se presenta el sábado 7 de septiembre, a las 16 horas, en la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín, Colombia.
Andrés Obando recomienda libros que llegan al corazón
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Javier Marías, quien lastimosamente murió hace apenas unos años, es de mis autores favoritos. Estos son dos libros, uno es la secuela del otro, y es una historia de espías, pero más allá de la acción detrás del libro, hay un sentimiento detrás de los personajes principales, que viven siendo espías. Berta es la esposa de Thomas, quien es un espía en británico, y hay sentimientos detrás de ambos roles, porque al fin y al cabo el espía tiene que tomar un riesgo pero también existen los familiares de esa persona, que no saben mucho de los detalles, y eso me fascinó, la manera en que contó esa historia.
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Leo mucho a Haruki Murakami y hay unas historias en un nivel de ciencia ficción. Hay una que particularmente me gusta mucho y es Tokio Blues. La mayoría de las novelas que recomiendo me llegan al corazón y tienen mucho de sentimiento de por medio. Aquí, uno se mete en la historia del personaje principal y empiezas a sentir la historia muy propia.
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Rayuela, de Julio Cortázar, es la novela que más he leído en mi vida, incluso muchas veces me pregunto por qué me gusta tanto, y yo creo que es porque cada vez que la leo encuentro cosas nuevas y son muchos libros o muchas historias dentro del mismo libro. Hay frases que te impresionan y tocan hasta cerrar la página, como para pensar sobre el desarrollo de cada frase. La prosa y el ritmo con el que escribía Cortázar no lo ha tenido nadie de nuevo.
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En este libro hay varias historias sobre la vida de diferentes físicos y científicos, e incluso él se toma el atrevimiento de poner palabras en la vida personal de físicos como Erwin Schrödinger, Einstein y otros. La verdad es que te va enganchando de una manera impresionante y empiezas a creer que todo lo que escribió llegó a pasar. También hay mucha ficción, por decirlo así, pero te dejaba completamente atrapado y uno también aprende mucho.
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También recomendaría El túnel, de Ernesto Sábato. Es una novela trágica que te va llevando, que es rápida de leer y uno quiere llegar al al final lo antes posible.
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De Jorge Franco, autor colombiano, les recomiendo El vacío en el que flotas, que me la leí hace poco y trata sobre la desaparición de un niño y cómo eso les afecta a sus padres.Se manejan muy bien los tiempos y los personajes, porque se cuenta desde tres diferentes perspectivas, y a pesar de que uno en principio cree que es un enredo contar una historia con tres diferentes perspectivas, creo que este libro te mantiene completamente enganchado y es una lectura rápida y muy amena.