Diego Echeverría recomienda libros inolvidables
En esta entrevista exclusiva, el nuevo presidente de la CANIEM nos habla sobre los retos y estrategias para modernizar la industria editorial mexicana.
En marzo, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) inició una nueva etapa con la renovación de su Consejo Directivo y el nombramiento de Diego Echeverría Cepeda como presidente para el periodo 2025-2027. Aquí, el editor habla al respecto y recomienda libros inolvidables.
Videoentrevista con Diego Echeverría
Una cámara para la industria editorial
Diego Echeverría Cepeda es un visionario de la industria editorial, pionero en la digitalización del sector y reconocido por Forbes como líder en el desarrollo de e-books. Fundador de Editorial Ink, la primera editorial mexicana cien por ciento digital, y creador del Premio Internacional Ink de Novela Digital, ha revolucionado el mercado con plataformas como Ink it, que apoya a editores en 14 países y es Apple Preferred Partner.
En esta charla con Librotea nos habla de su reto como nuevo presidente de la CANIEM (2025-2027), y su intención de modernizar el sector editorial mexicano, fortaleciendo la colaboración con el gobierno federal y promoviendo estrategias innovadoras.
Diego, ¿qué es la CANIEM?
Primero que nada, muchísimas gracias por el espacio y por el tiempo. La CANIEM es la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Es donde estamos afiliados todos los editores del país y es un lugar de encuentro donde podemos compartir la mesa, las ideas, intercambiar preocupaciones y trabajar juntos para resolver problemas de la industria.
¿En qué estado está la CANIEM y cómo inicias tu periodo en la presidencia?
La cámara se encuentra en un momento muy particular. Venimos saliendo de un proceso post pandemia; sé que parece que fue hace mucho tiempo, pero en realidad son procesos con repercusiones largas. Lo que podemos ver es que las industrias del sector se fueron actualizando durante la pandemia: redujeron costos, aumentaron plataformas de distribución digital, tanto para publicaciones impresas como digitales. Todos estos procesos de actualización se han reflejado en la cámara misma, y hoy nos encontramos en un proceso de actualización y renovación.
¿Quiénes forman parte de la cámara y cómo se benefician siendo parte de CANIEM?
En la cámara hay afiliados de todo tipo. Tenemos editoriales transnacionales, grandes empresas con base en México, lo que destaca la importancia del país para el sector. También hay pequeñas empresas unipersonales, editoriales de gobierno o editoriales educativas de universidades. La cámara es muy diversa.
¿Para qué sirve? Sirve para mucho. Yo mismo y mi compañía, Editorial Ink, somos un ejemplo de su utilidad. Nos afiliamos hace cerca de 13 años y ha sido un espacio donde hemos conocido a mucha gente, aprendido de grandes editores, colaborado con otras editoriales y hecho negocios entre nosotros. La cámara ofrece muchos beneficios: es un órgano que representa a los afiliados ante el gobierno, instancias internacionales y confederaciones de cámaras. También es un lugar de encuentro donde los editores podemos hablar sobre inquietudes y preocupaciones para trabajar en soluciones con el gobierno y legisladores.
Desde un punto de vista más comercial y práctico, la CANIEM ofrece beneficios económicos a sus afiliados, desde descuentos para participar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, acuerdos con cadenas hoteleras y paqueterías para envío de libros. Hay facilidades para los afiliados, un centro de capacitación, un centro de estadística y muchas áreas cuyo fin es apoyar a la industria, fomentar la lectura y promover el libro en el país.
De ferias y vinculaciones
Además de estar al frente de la CANIEM, Diego Echeverría es representante de México en la International Publishers Association (IPA), docente en la UAM-X y conferencista internacional. Más allá de su labor profesional, es un apasionado alpinista, con ascensos emblemáticos al Alpamayo y al Mont Blanc.
¿Qué papel tuvo la CANIEM en el fomento al precio único en libros?
La normativa del precio único en México está dentro de la legislación del libro y fomento a la lectura. Esta ley busca equiparar la competencia entre grandes cadenas de librerías o plataformas digitales y pequeñas librerías de barrio. El editor establece el precio libremente, y todas las librerías, sin importar su tamaño o ubicación, deben manejar el mismo precio. Esto fomenta más librerías y oportunidades para lectores en el interior del país. La cámara participó activamente en esta legislación, que se aprobó hace un par de años. Sin embargo, falta el reglamento para su ejecución, que debe definir quién regula y sanciona, entre otros detalles, pero esa es una facultad del Poder Ejecutivo, llamar a un comité para que redacte el reglamento a la ley y se ponga en vigor.
¿Qué actividades realiza la cámara en las ferias del libro?
Una labor importante de la cámara es llevar editoriales nacionales a ferias internacionales como las de Frankfurt y Bolonia, además de gestionar ferias en el interior del país. Estas ferias son una forma de promocionar y apoyar a las editoriales nacionales, llevando librerías temporales a distintas regiones y fomentando la cultura en poblados que de pronto se llenan de actividades.
Hemos llevado a cabo campañas en ferias internacionales con invitados especiales como instituciones, estados o autores. La cámara apoya especialmente a editoriales pequeñas que no tienen recursos para asistir, procurando equidad para que todos tengan una buena ventana al público.
¿Cuáles son tus principales retos al frente de la CANIEM?
Los retos son muchos, pero me da gusto decir que la industria ha sabido actualizarse. Hay editoriales que han migrado a lo digital, no solo con libros electrónicos o audiolibros, sino también con e-commerce para vender libros físicos. Los libros digitales representan alrededor del 14% de las ventas nacionales y permiten a pequeñas editoriales competir en el mercado global. Los audiolibros, aunque no son nuevos, han ganado popularidad gracias a los soportes actuales. Además, las editoriales educativas han desarrollado herramientas digitales de aprendizaje para maestros y alumnos, complementando los libros impresos.
¿Cuáles son tus prioridades durante tu periodo?
Trabajo con un consejo muy plural, con editores de todo tipo. Tengo consejeras mujeres, jóvenes, adultos, especializados en libros jurídicos, arte y más. Tenemos dos pilares: primero, actualizar la cámara en formas de trabajo, espacios y ofertas para estar al día con la era digital. Segundo, colaborar con instancias de gobierno como las Secretarías de Cultura, de Educación y de Economía, federales y estatales, para fomentar la lectura, el libro, el conocimiento. Para eso trabajamos todos los días; es nuestra razón de ser.
Diego Echeverría recomienda libros inolvidables
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Este libro me lo regaló hace muchos años mi abuelo y debo confesar que después también me lo regaló mi papá, y es Historia Mínima de México. Publicado por el Colegio de México, como su nombre lo dice, es la historia mínima de México que uno debería de conocer. Me parece fundamental para un mexicano leerlo. Me marcó mucho que me lo hayan regalado dos personas fundamentales en mi vida.
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Mi gran pasión en la vida es el alpinismo. Entonces, les recomiendo un libro que leí de muy joven, que se llama La senda de la gloria, y es la la historia de George Mallory, quien es probablemente la primera persona en pararse en la cumbre del Everest. Jeffrey Archer cuenta todas las peripecias y toda la expedición que llevó a cabo para lograr su hazaña. Es un libro de amor y aventura muy bonito.
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Les recomiendo un libro que escribió mi madre y se llama La casa Rivas Mercado. Una historia detrás de la historia. A mi mamá, Ana Lilia Cepeda, le le tocó por azares de la vida llevar a cabo la restauración de la casa Rivas Mercado en la colonia Guerrero de la Ciudad de México. Lo hizo de manera desinteresada y apasionada, y después de muchos años se atrevió a escribir este libro durante la pandemia. Es un gran libro, lo recomiendo mucho.
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Para mí, Cien años de soledad es una excelente novela. Eso es más que sabido, y a mí me encantó porque me llevó a imaginarme estos escenarios y mundos paralelos, que cuando viajas por nuestro país, resulta que son más reales que de ficción. Me gusta muchísimo.