Guillermo Arriaga recomienda grandes novelas de hoy
"El Hombre" es la nueva novela del reconocido escritor, quien a través de un coro de voces narra el nacimiento del capitalismo, de Estados Unidos y de un protagonista sin igual.

En El Hombre, Guillermo Arriaga construye una narración tan poderosa como enigmática: la historia de Henry Lloyd, un personaje sin pasado pero con un legado imborrable. Un asesino con ambición desmedida, un estratega capaz de forjar un imperio que pervive generaciones después. Aquí nos habla al respecto y recomienda grandes novelas de hoy.
Videoentrevista con Guillermo Arriaga

Hablando de fronteras y fundadores
En esta entrevista para Librotea, Guillermo Arriaga comparte detalles de su nueva novela, un thriller político y psicológico que explora los abismos del poder, la lealtad y la naturaleza humana.
¿Nos puedes contar, con tus palabras, de qué trata El Hombre, tu novela más reciente?
El Hombre es la historia de un personaje llamado Henry Lloyd que ni siquiera su mujer sabe de dónde viene, ni sus biógrafos. Nadie sabe de dónde viene; aparece como de la nada, pero este hombre tiene un gran conocimiento de la naturaleza humana, sabe crear lealtades férreas, aunque en realidad es un hijo de puta. Es un asesino, pero con altas miras, y crea todo un imperio económico tan grande y poderoso que seis generaciones después, sigue teniendo peso en la vida política, económica y cultural de los Estados Unidos.
¿Qué más nos dices de Henry Loyd, que es un personaje con claroscuros?
Yo creo que nadie es totalmente héroe ni nadie es totalmente villano. Y creo que el personaje de Henry Loyd es un hombre sumamente inteligente con una sensibilidad humana muy desarrollada, a pesar de ser un asesino.
Y la gente le debe lealtad ciega. La gente es capaz de matar por él, porque es un tipo que entiende qué botones apretar para despertar estas lealtades. No manipula sin ton ni son, sino que realmente escucha a los demás y sabe qué necesita traer a la mesa para que el otro le sea leal.
Esta historia se me ocurrió hace 44 años. La traté de hacer película varias veces. Mis agentes me decían: "No entendemos de qué se trata", y pensé que debía explicar la historia, para hacerla realidad.
¿Cómo nace la idea de trabajar la historia primigenia de la frontera México-EUA?
De esta conformación de las dos naciones como son hoy, tengo que agradecer mucho a los viajes que he hecho a Coahuila.
Tengo que agradecer a mis amigos coahuilenses que me han contado historias de allá: Sergio Avilés, en primer lugar, Mundo Ramos, Marco Antonio Ramos Fraijo, Carlos y Aron Lozano, gente que me ha ido vinculando a lo que sucedió realmente en esa parte.
Los apaches lipanes tienen varios grupos. Luego hay un pueblo que se llama Nacimiento de los Negros. Un grupo de esclavos negros que huyó a México, declara la abolición de la esclavitud y funda un pueblo que se llama así.
Cruzar la frontera caminando es una experiencia distinta. Luego filmamos 21 gramos en Memphis, y pude conocer plantaciones, visitar la casa de Faulkner y ver el mundo de Faulkner. Entonces, todo eso lo empecé a meter en la licuadora hasta que salió el libro.
Qué interesante recorrido por las fronteras con México.
Creo que conozco casi todas las fronteras del país. Solo no conozco las que tienen frontera con Arizona, pero he cruzado fronteras que nadie jamás, te puedo asegurar, ha cruzado, como una frontera remotísima en Nuevo México. Las de Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León las conozco.
¿Qué te ha dejado este recorrido por las fronteras?
He escrito varias historias donde la frontera es importante. En Salvar el fuego, en El salvaje, está presente la frontera. En Un dulce sabor muerte está presente la frontera. En Escuadrón Guillotina. Babel es una película de frontera. Los tres entierros de Melquíades Estrada es una película de frontera. Entonces, la frontera entre México y Estados Unidos ha sido una obsesión personal. Sale en casi todo mi trabajo y no podía faltar en El Hombre, que es quizás la reflexión más honda que he hecho sobre la frontera.
Nunca se ha narrado la historia de los mexicanos que se quedaron del otro lado. O se ha narrado muy poco. Creo que tenemos una película de mi amigo Beto Bojórquez, que murió hace muchos años y trataba un poco el tema, pero se ha hablado mínimamente de la relación de mexicanos y Apaches. Se ha tratado poco la guerra con Texas.
Lenguaje y acción
Con un lenguaje orgánico que adapta voces únicas para cada personaje (desde el inglés pulido de James, el esclavo erudito, hasta el flujo de conciencia de Virginia), la novela cuestiona cómo el capitalismo, la esclavitud y la traición fundacional de Texas moldearon no solo a sus personajes, sino a dos naciones.
Guillermo, ¿qué idea base cruza la novela, pensando en la violencia fundacional de ambas naciones?
Lo que yo he querido hacer es una reflexión sobre lo que se sintió quedarse del otro lado. Hay un personaje que dice: "Ya no soy de donde soy". Imagínate que de repente te dicen: "Esa casa en la que vives, ya no está en México". La confusión debe haber sido brutal para la gente que no se lo esperaba, porque fue muy súbito, fue una campaña prácticamente relámpago de Estados Unidos y nunca se imaginó México que todos esos colonos que invitó a Texas se iban a revelar y buscar la independencia.
La novela también habla de la frontera Canadá-Estados Unidos y de cómo surge el capitalismo. El personaje recorre transversalmente una serie de empresas que permiten más o menos saber cómo es que surgió el capitalismo en este continente, en particular en los Estados Unidos.
¿Cuál es el aporte de la novela en la historia del capitalismo?
Es un aporte completamente ficcionado. No es que el lector vaya a encontrar una novela histórica. Es una novela que es una ucronía, en el sentido de que es la historia que hubiera pasado de acuerdo a datos hipotéticos. Es una mezcla entre lo que pudo haber pasado y lo que pasó. Tengo una maestría en Historia y parte de lo que investigué era el desarrollo de los grupos de poder en México; me faltaba estudiar los grupos de poder que conformaron esta frontera. Pero todo es una ficción, quiero que la gente se vincule con la parte humana de los personajes.
¿Heny Loyd representa a varios personajes reales del pasado?
No es un personaje que existió, pero creo que sí puede encarnar espíritus de su tiempo. Por eso este personaje crea una dinastía legal con tres hijos oficiales y una con hijos bastardos. El libro explora cómo van las distintas dinastías conformándose o descomponiéndose. Henry tiene hijos mulatos. Me pareció interesante ver qué había pasado, porque sabemos que los hijos oficiales siguieron manteniendo el imperio, pero ¿qué pasó con los hijos bastardos, con los mulatos? ¿A dónde llegaron? ¿Cómo llegaron?
¿Cómo reflejaste la esclavitud de aquellos tiempos?
La esclavitud es una llaga terrible. Es una mácula espantosa y muy dolorosa. De hecho, hay dos personajes que narran la historia de la esclavitud. Uno de ellos cuenta cómo fue raptado de su aldea a los 9 años junto con sus hermanas, a las que nunca más vuelve a ver. Tenemos a James, que es un esclavo que se obsesiona con dominar perfectamente el inglés, porque dice: "Yo solo puedo desentrañar los motivos del esclavista si domino su idioma a la perfección". Y es el personaje que tiene el vocabulario más elevado de toda la novela, el que construye con más elegancia las frases. Él, en lugar de tener los cantos que hacían los esclavos al picar algodón (que de ahí viene el blues o en México el cardenche), repite palabras en voz alta para que todos las repitan y se las aprendan.
Le dice a los esclavos: "Si no aprenden el inglés, no van a poder ser libres". El lenguaje es nuestra puerta de la libertad. Ahí es cuando te das cuenta de la inteligencia de Henry Lloyd. Porque él llega a ser el capataz de una hacienda algodonera y la forma en que empieza a tratar a los esclavos hace que se vayan generando lealtades, y hay un esclavo que se llama Jeremías, que no quiere hablar el idioma de los colonizadores, es mudo. No es que no pueda hablar, es que no quiere hablar. Y termina diciendo: "Yo por usted soy capaz de matar. Si mi vida y la de él está en una disyuntiva, doy mi vida por la de él". Sabe crear lealtades muy poderosas y sabe pagar muy bien esa lealtad. Eso lo convierte en un hombre cada vez más poderoso porque, dueño de estas lealtades, está prácticamente blindado por gente que lo va a apoyar y va a dar la vida por él.
¿Cómo funciona tu apuesta literaria y estética de El Hombre y otras de tus novelas?
Yo creo que todo tiene que ser orgánico a la historia. Fui creando un lenguaje para cada uno de los puntos de vista, un vocabulario, una puntuación, un tono. Por ejemplo, Rodrigo, que es el mexicano, tiene un tono de humor todo el tiempo. Es muy dicharachero y muy norteño, y aunque no está queriendo hacer broma, las cosas que dice tienen humor. Virginia, que es la esposa de Henry Loyd, tiene un monólogo, un flujo de conciencia, es una mujer que viene de una gran educación, con un lenguaje bastante pulido. Luego viene Yaremaya, que es un esclavo que se ha resistido a hablar en inglés y cuando cumple 100 años por fin lo habla para contar la historia, pero su construcción sintáctica es la construcción sintáctica de otro idioma.
Nosotros estamos acostumbrados a poner el verbo al principio o la mitad, no al final. Por ejemplo, decimos: "Fuimos a la feria del libro". Y él diría: "A la feria del libro fuimos". Entonces, esa construcción distinta me permite que cada personaje tenga su voz y ayuda al lector a saber quién es el que está hablando, porque es una forma completamente distinta de hablar entre uno y otro.
¿Cómo es tu proceso de escritura, cómo logras publicar con frecuencia?
Yo escribo sin saber mucho de qué va la historia. Cada vez me recluyo más. Terminé toda la prensa de Extrañas y empecé a escribir. La tenía en mente desde hace tantos años que empezó a brotar. No tenía claro para dónde iba, pero tengo todos los temas metidos y todas las imágenes y todos los dolores y todos los tactos y todo metido, para poder contarla.
Por ejemplo, uno de los personajes se llama Chuy, que es el padre de Rodrigo. Chuy es un amigo mío, es un vaquero de Coahuila, un tipo muy rudo. Y la forma en que hablan él y sus hijos y sus nietos (que son Julio César y Mayo, que ahí aparecen), me permití sacarlo en la novela. Esta cadencia ya la traía y los lugares y años juntando información me permitieron sacar fácil esto. Tras escribir solo literatura por los últimos 15 años, ya empiezo también a agarrar oficio.
¿Estás trabajando en algún proyecto cinematográfico?
Estoy trabajando proyectos de los que todavía no me gustaría hablar, hasta que empiecen a ser más concretos. Tengo la intención de llevar Escuadrón Guillotina, mi novela, a película. Con un amigo mío muy querido que es actor, estamos tratando de levantarla. Es muy costosa la película. Pero ahí ando. Produje una película brasileña, y la película de mis hijos, que está en Netflix, A cielo abierto, que dirigieron Mariana y Santiago y yo escribí. En esos procesos ando.
Guillermo Arriaga recomienda grandes novelas de hoy
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Recomiendo la novela de Ana Sofía González, No matarás, porque es un libro que trata de un crimen que no fue eso, porque fue por defensa propia, pero son dos mujeres completamente desvalidas que sienten que si se entera la justicia del crimen que cometieron, van a acabar en la cárcel ellas, cuando realmente lo que hicieron fue en defensa propia. Es una gran novela.
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Ligia tiene una perspectiva privilegiada porque ella creció conociendo a Somoza, el dictador de Nicaragua. Ligia vivió como niña todos estos eventos de la revolución nicaragüense y el dolor de la muerte y la destrucción que conlleva una revolución y conoció a Somoza de forma muy cercana. Eso lo escribió en esta novela.
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Joyas de la familia, de mi querido Sergio Avilés. La historia tiene que ver con un hecho real. Va una amiga suya con una gargantilla muy aparatosa con con un joyero y le dice que vale como 30 millones de dólares. Investigando, Sergio supo que le había pertenecido al rey Carol, que vino con su amante. Y a partir de ahí, Sergio Avilés crea una historia maravillosa.
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Acabo de leer a Tamara Trottner con Pronunciaré sus nombres. Es una novela difícil de digerir, porque uno no se explica cómo solo por ser judío recibiste tanto odio y tanta muerte. La familia de Tamara viene de Rusia y fueron masacrados solo por ser judíos. No eran malas personas ni delincuentes, solo por ser judíos se les asesinó. Y en la huida de este mundo terrible terminan llegando a México, en la más absoluta pobreza y en la más absoluta indefensión, entonces, creo que es un libro que vale la pena leer.
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Curiosamente no había leído Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy, que dicen que tiene similitudes con mi libro. Había leído su Trilogía de la frontera, que me gustó muchísimo. Era el ídolo literario de Tommy Lee Jones. Nunca conocí a Cormac, pero bueno, Meridiano de sangre es un libro que recomiendo.
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