EL RECOMENDADOR DE LIBROS

Logo Milenio
Logo Librotea
Estantería

Jis recomienda libros que son talismanes

El reconocido caricaturista nos habla sobre el documental que en breve se estrenará sobre su persona y reflexiona en torno a su viaje por los libros.

Jis recomienda libros que son talismanes. Foto: cortesía
Jis recomienda libros que son talismanes. Foto: cortesía
Verónica Maza Bustamante Américas /

En esta conversación, el legendario monero tapatío Jis (José Ignacio Solórzano) desgrana su proceso creativo mientras se prepara para el estreno de Molusco, documental sobre su vida que se presentará en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. También habla sobre su paso por el mundo de las historietas y recomienda libros que son como talismanes.

Videoentrevista con Jis

Jis: entrevista y libros recomendados
Jis: entrevista y libros recomendados

Un Molusco creativo

A los 16 años de edad, José Ignacio Solórzano creó Los Manuscritos del Fongus, una serie de tiras cómicas de humor filosófico, que lo llevaron a colaborar, posteriormente, en el diario Unomásuno. Junto con Trino Camacho, es cocreador de El Santos, una icónica tira cómica publicada en La Jornada y adaptada al cine en 2012, así como de otras obras como La Chora Interminable y Asuntos Moneros. Su influencia en la cultura gráfica mexicana es innegable, combinando humor, crítica social y una mirada profundamente personal sobre la vida.

Jis, ¿en qué andas actualmente?

Básicamente, tratando de sobrevivir, de agarrar la onda, de llegar a la iluminación. Me da gusto haber vuelto a publicar. Llevaba rato sin publicar libros y se me hizo muy buena señal el regreso. También, aunque no expongo mucho en galerías, desde el año pasado han estado sucediendo exposiciones, lo cual me ha dado mucho gusto. Sigo con el programa de radio con Trino, La Chora Interminable, y también en La Chora TV, la versión televisiva con Trino y Navarrete. Y lo último es la presentación en el Festival de Cine de Guadalajara, el 13 de junio, de Molusco, el documental sobre mí, lo cual me tiene entre contento y nervioso.

Cuéntanos sobre el documental Molusco. ¿Cómo surge la idea?

Es una cosa muy extraña que alguien haga un documental sobre uno. Parece algo muy abstracto al principio, pero luego, al ver el objeto ya existiendo en el mundo, me entra el pánico de estar exponiéndome ante el ojo público como en charola, para que me destacen. Empezamos hace rato, alrededor de 2019, con las filmaciones y entrevistas a otras personas. Se aletargó por la pandemia y luego recuperó ritmo. Ya está listo. Creo que quedó bastante chido. Ahora solo falta ver qué opina el respetable.

¿Quién hizo el documental?

El director es Mauricio Bidault, cineasta documentalista, y su pareja Vanessa Romo, que además es productora. Uno de los frutos más evidentes del proceso es que quedé con nuevos amigos, nos hermanamos. Tuve mis diferencias creativas en el proceso, pero aprendí que a veces hay que aflojar. Al final es la visión de Mauricio sobre mí. Se llama Molusco en referencia a esa metáfora que uso para describir mi temperamento. Hay mucha gente molusco alrededor, espero que se identifiquen: somos seres pasivos, quietos, algunos huraños, podríamos parecer pusilánimes. No somos emprendedores ni aventureros, estamos más bien a la sombra. Desde ahí, quietos en nuestra cueva, podemos ensoñar o lanzar algunas cosas. El documental también se centra en mi trabajo y vida profesional, con entrevistas a Trino, mi gran colega de vida, y otras figuras culturales opinando sobre mi lugar en el panorama artístico. Es algo muy raro.

¿Qué recuerdas de tus inicios con Trino, en Las Histerietas, del periódico La Jornada, cuando no existía algo semejante?

Fue una etapa importante en el cambio de década de los ochenta a los noventa, con proyectos como El Santos. Para mí fue algo muy chido, porque normalmente mi trabajo no es muy popular, es más oscurón, para público especializado. Me gusta decir que soy de culto. Pero con Trino y El Santos sí logramos llegar a un público más amplio, fueron como mis 15 minutos de fama. Conectó con mucha gente porque traía algo refrescante: desmadre, cotorreo, temas no estrictamente políticos sino sobre sexualidad, pachequez, rock and roll, escatología. Era el goce de lo estrambótico, la invención por la invención y la risa pura. Hubo conexión con otros artistas que también exploraban cómo el humor podía servir para otras áreas más allá de lo político, que aunque es importante, a veces en México hay obsesión con lo político que nos hace descuidar otras facetas de la vida con las que el humor puede dialogar.

Años después hicieron la película de animación El Santos vs La Tetona Mendoza. 

Sí, fue el colmo de lo emocionante que se nos propusiera hacer una película con el personaje. Fue un proceso largo donde descubrí lo lejos que estoy del mundo del cine. Tengo mucho respeto por los que hacen películas, pero no es mi talento. Yo trabajo de modo más rústico: en mi mesa, con mis cuadernos y plumas, decidiendo todo yo mismo y terminando las cosas en una tarde. El cine es lo contrario: mucha gente de diferentes disciplinas involucrada, discusiones de presupuesto... Me quedé como detrás de un vidrio, viendo asombrado el proceso, diciendo "ojalá salga bien". Pero salió, creo que quedó un producto bastante decente para el tipo de animación que es, algo no común en México: un producto desmadroso no para niños, con animación profesional. Con sus virtudes y defectos, pero salió. Fue un puntito chido en el currículum del Santos.

¿Cómo ha sido tu paso por el mundo editorial?

A pesar de que en algún momento pensé que podría ser buen negocio, para mí no lo ha sido. Pero es muy satisfactorio ver tu trabajo empaquetado, lo que uno expresa ahí. Con Trino hemos hecho toda la colección del Santos, La Chora Interminable, colaboraciones en La Jornada Semanal

En solitario, donde más se establecieron mis temas fue en la serie de libros que hice durante varios años con Sexto Piso. Quedaron ediciones muy bonitas. El último que hice con ellos fue Sexo: A eso sabe la reina, diseñado por Alejandro Magallanes, a quien admiro mucho. Que él haya hecho un libro conmigo me pareció increíble. Quedó padrísimo. Es una especie de recopilación-divertimento de temas eróticos que he hecho a lo largo de los años. Hay material de casi todas mis etapas, desde los 80 hasta los 2000. Incluye desde dibujo erótico puro hasta cartón humorístico y todo lo intermedio: crónicas estrambóticas de eventos curiosos. Es un libro que me enorgullece.

Recientemente publiqué Gato encerrado: Historias, historietas y fragmentos estrambóticos, que es un recorrido por mi trabajo a través de series como "Gato encerrado", "La tumba de Zenón", "Historias de la luna" y "La ruta de los milagros".

Pachequez, erotismo y autobiografía

El proyecto más personal  de Jis, Otro Día, integra más de 5,500 cartones que capturan momentos íntimos y reflexiones sin censura, consolidándose como un diario gráfico único. Su obra, descrita por Carlos Monsiváis como la de un "fabulista", trasciende el humor tradicional para abordar temas filosóficos, existenciales y cotidianos con trazos aparentemente simples pero cargados de profundidad.

¿Cómo ves el ámbito de la historieta en el mundo digital?

Soy de los fascinados y aún asombrados con esta nueva realidad que trajo internet, con sus maravillas y problemas. Por un lado, es mucho más efectivo para exponer lo que uno hace y comunicarse con los receptores. Antes era un rollo: sacar copias, meter en sobres, enviar por correo... La retroalimentación era rara, quizá alguna carta de protesta en el periódico. Ahora escaneo un cartón, lo envío y en minutos lo tiene el editor. Luego lo subimos a redes y hay interacción constante con lectores. Es maravilloso. El problema es que con estas nuevas plataformas se tambaleó el mundo de las publicaciones tradicionales. Para nuestra generación es complicado manejarse en redes y encontrar circuitos de publicación y cobro. Es una realidad que llegó para quedarse y estamos en sus primeras etapas.

¿Qué le recomendarías a las nuevas generaciones?

No tengo nada que recomendar, estoy perdido, desamparado. Más bien quiero observar qué hacen ellos para ver si se me pega algo. Me da la impresión de que quienes nacieron con esto tienen un modo natural de ubicar circuitos de chambas y autopublicación. Hay gente que ya vive del internet. Me encantaría aprender.

¿Cómo ha sido tu exploración con psicoactivos?

Formo parte de una generación muy relacionada con su uso. Me siento orgulloso miembro de la tribu psicodélica, especialmente de los hongos. En mi juventud fui pacheco de mota, pero me quedé como honguero. No es para trabajar bajo sus efectos, al menos no para mí, pero marcó mi visión. Mucho de cómo veo las cosas fue influenciado por estos modos psicodélicos. Siempre me ha atraído lo extraño, lo fantasmagórico, lo enigmático de la vida. Es casi una obsesión: la conciencia de que estamos en una especie de sueño colectivo. Los psicodélicos pueden exacerbar esta conciencia. Soy honguero, a mucha honra.

¿Estás trabajando en algún nuevo libro?

Tengo material para hacer varios, aunque el año pasado también salió Material serio. Autopsias cotidianas, con la editorial Tedium Vitae, recopilando mis primeros trabajos en Instagram, donde le dimos tanto peso a los textos que acompañaban las imágenes como a las imágenes mismas. Incluimos hasta comentarios de redes para captar ese ambiente. Ya no soy historietista, ahora mi trabajo es más sintético, de una sola imagen; mis libros más recientes muestran mis obsesiones de siempre: pachequez, erotismo y autobiografía.

Jis recomienda libros que son talismanes

  • En otros lugares

    En otros lugares

    Henri Michaux

    Alianza Editorial

    Comillas Logo

    Henri Michaux es un poeta y experimentador francés. Este libro integra dos y son pequeños textos sobre lugares imaginarios. Llega a ciertas culturas imaginarias y es como si fuera un investigador y va haciendo anotaciones de las diferentes costumbres y personajes de cada lugar. Es una maravilla.

  • Historias de cronopios y de famas

    Historias de cronopios y de famas

    Julio Cortázar

    DEBOLSILLO

    Comillas Logo

    De los clásicos, está Julio Cortázar con Historias de cronopios y de famas, que son pequeños textos locos, curiosos, medio fabulitas mínimas y raras. Es una belleza.

  • El poema de los lunáticos

    El poema de los lunáticos

    Ermanno Cavazzoni

    Editorial Anagrama

    Comillas Logo

    Recomiendo a un maestro italiano que une muy bien el humor con la capacidad poética y de imaginación: Ermanno Cavazzoni, que sacó con Anagrama El poema de los lunáticos. Ya desde el título da una indicación, pero es verdaderamente fabuloso. Unión de humor con imaginación y espíritu poético. ¡Es buenísimo!

  • Las ciudades invisibles

    Las ciudades invisibles

    Italo Calvino y Italo Calvino

    Siruela

    Comillas Logo

    Les recomiendo a Italo Calvino, con Las ciudades invisibles, que es de esos textos que dan la impresión de que están pasando muchas cosas y uno alcanza a sacar un poco, pero se queda en una especie de enigma tanto por el estilo como por el tema profundo que está tratando.

  • Las estrategias fatales

    Las estrategias fatales

    JEAN BAUDRILLARD

    Editorial Anagrama

    Comillas Logo

    Las Estrategias fatales, de Baudrillard, es una especie de libro talismán al que me asomo para ver qué le alcanzo a sacar.

Tags relacionados
  1. libros