Libros que exploran las nuevas paternidades
En los últimos años, algunos escritores han dado a luz libros que marcan un nuevo camino en la forma masculina de ver y ejercer la crianza.

En años recientes se ha inaugurado una nueva línea temática entre los escritores varones vinculada con el hecho de ser padres. La literatura ha heredado grandes títulos sobre el vínculo destructivo con el progenitor, sobre sus sacrificios desde la visión patriarcal o sobre su ausencia, pero ahora podemos contar con libros que exploran las nuevas paternidades y nos dejan una reflexión amorosa que, sobre todo, da esperanza al incidir en un cambio (indispensable) de paradigma.
Diario de una vida
No sabíamos que era necesario que se escribiera en español de la paternidad desde la empatía, la curiosidad y el acto de criar a un hijo con amor hasta que Andrés Neuman lo hizo. El escritor hispanoargentino comenzó a escribir, tras saber que una criatura con sus genes venía en camino, una serie de pensamientos, emociones y anécdotas que, por el momento, se han convertido en dos libros: Umbilical y Pequeño hablante. Y no es que no haya buenos padres en las letras, sino que el ganador de múltiples reconocimientos por su labor literaria unió su gran talento en la escritura, sus conocimientos académicos y su poder reflexivo con el amor que surge al saber que se es capaz de dar vida. Este hecho, tan cotidiano, encierra una complejidad inmensa, sobre todo para los hombres, que se han desarrollado en un mundo en donde el cuidado de los hijos ha dependido solo de la madre.
Así, Neuman se deshace como la mantequilla al hablar de cada pequeño gesto de su hijo, pero no por ello deja de observar lo que acontece en su alma y en la de las personas cercanas al enfrentarse a ese bebé y posterior niño que los llena de asombro. Su paternidad se confronta entonces con el pasado, va hacia el futuro. El hombre se centra en el cuidado de Telmo pero también de su pareja, de su padre y hasta de su madre ausente pero siempre presente, para demostrar que se puede romper el molde social y ser partícipe hasta de los días tiernamente mediocres en donde él mismo va naciendo, lentamente, como un padre sin ningún tipo de frontera ni limitante.
El fuego y el sostén
Sergio C. Fanjul es astrofísico de formación y poeta de vocación. Con esa mezcla de profesiones, no se puede ser indiferente a la llegada de una hija a la que se le pueda hablar, como cantaría Juan Carlos Baglietto, del amor entre una nube y un pez volador. Sin embargo, cuando parecía que todo era hablar de estrellas y cometas, la madre del escritor murió. Ese shock aparentemente indescriptible, esa dicotomía entre Eros (visto como la fuerza vital) y Tánatos, la expresa en las páginas de El padre del fuego, en donde mezcla la reflexión, la poética y la narrativa para compartir su recorrido por el miedo, el dolor, la separación y el cansancio con que inicia su viaje por la paternidad, sin olvidarse de la crianza y lo que sucede en la relación de pareja cuando el mundo se pone de cabeza tras la llegada de un tercer elemento en un vínculo idílicamente pensado solo para dos.
Literatura infantil es un libro de Alejandro Zambra que conmueve, interesa y entretiene. Uniendo textos que había publicado en The New Yorker y otros medios, teje, con la ayuda del editor Andrés Braithwaite, una hermosa cobija para apapachar la paternidad de cualquiera, mientras él se deja llevar por las palabras, por el diálogo, por la delicadeza de su literatura en una serie de relatos en donde demuestra lo que escribió en Poeta chileno: "Ser padre consiste en dejarse ganar hasta el día en que la derrota sea verdadera". No obstante, hay en este diario de paternidad (la suya por delante) el sostén de una nueva forma de ver esta responsabilidad suprema, que queda clara en la última frase escrita en este título: "...tengo que irme justamente porque Silvestre sale del colegio a la una y media —me gusta llegar quince o veinte minutos antes de que abran el portón y él corra a abrazarme como quien vuelve de un larguísimo viaje por desiertos y sabanas".
Libros que exploran las nuevas paternidades
"Llevo cinco años caminando y escribiendo mientras sostengo en mi mano la mano de un hijo que entra y sale de esas historias (que escribo), y que corre a esconderse en algunas de ellas y que a veces hasta me susurra las suyas. Un hijo que, de pronto, me obligó a escribir como padre", comparte Eduardo Halfon en Un hijo cualquiera, en donde asume lo que pasa cuando una nueva vida se enciende: se activa el sensor del pasado, de la propia infancia, de los cuidados que recibimos, porque eso se verá reflejado en la vivencia unitaria de la paternidad. Él, como Neuman, se hizo padre a sus cuarentaitantos años, edad en la que los hombres, ante esa situación, salen corriendo tras el halo de su existencia previa o asumen lo que viene de manera luminosa y valiente. "Me calmó hablarle a mi hijo no nacido. Recupero el sueño. Ha sido la única vez en la que la literatura fue útil", reflexionó tras escribir una carta a su hijo Leo antes de que surgiera en el mundo. Ahí está el secreto del apego constructivo: saber que ese nuevo "alguien" es la base de todo, pero no por ello va a alejar al hombre de lo que ha construido como un ser creativo.
Los últimos hijos tiene el mismo tema central, pero desde un ángulo totalmente diferente al de los libros anteriores. “Existen muchos mitos sobre la paternidad, que trae la mayor felicidad, esa idea de completud que solo esta experiencia tiene… pero yo quería una novela dura, armar una idea de lo que es ser padre. De la sociedad, de lo que otros me cuentan y de mis propias preguntas al respecto”, explicó recientemente su autor, el escritor regiomontano Antonio Ramos Revillas, en una mesa sobre nuevas paternidades en la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios, organizada por la UNAM. Por eso, se enfoca en lo que sucede cuando se da a muerte y no a luz, porque su novela es un road trip por el desierto del norte mexicano y a través de las almas de la pareja protagónica, cuyo embarazo no logra llegar a buen término. Así, con maestría, Ramos enfrenta a quienes lo leen con el mundo oscuro y desquiciado que a veces surge cuando la esperanza de dar vida se suspende, con lo que eso implica para un hombre que ansiaba ser padre.