«América Latina tiene sus propios horrores», dice Mariana Enriquez, una de las voces más reconocidas en la literatura latinoamericana contemporánea, y tiene razón: desde «El almohadón de plumas» y «La gallina degollada» de Horacio Quiroga hasta la famosa «Canasta de cuentos mexicanos«, de B. Traven, diversos escritores han explorado los relatos de horror en español.
Debido, quizá, a los mismos y espeluznantes acontecimientos de la sociedad contemporánea en un mundo ya de por sí distópico, autoras y autores actuales se han apropiado del género, creando libros en donde los monstruos son lo de menos frente a personajes que amenazan con habitar los sueños para poblarlos de pesadillas con un buen guion.
La rebelión de las mujeres
En Latinoamérica, son las mujeres quienes van por delante en la fantasía, el terror, las situaciones extremas y lo desconocido para crear una narrativa que, mientras horroriza, también muestra problemáticas sociales, vínculos familiares dañinos, anécdotas aparentemente inverosímiles que terminan reflejando la realidad de tal manera, que la gota de sudor frío se escurre por la espalda. Son varias las autoras de diversas nacionalidades que la están rompiendo. Aquí tan solo cuatro de ellas.
El máster mexicano y una nueva antología
Al hablar de historias de horror y fantasía actuales es difícil no mencionar a Alberto Chimal, uno de los principales exponentes de la literatura fantástica iberoamericana. Con sus diversos libros, escritos en todos los formatos y extensiones, ha explorando también varias plataformas para difundir la literatura del género, usando internet y las redes como espacios para compartir su labor y obras del género.
Por otro lado, las historias de espantos, de miedo, de demonios, nunca dejarán de existir. Las leyendas de aparecidos, de fantasmagóricas presencias y antiguos mitos siguen siendo bien recibidas entre el público mexicano, por lo que una antología con esos temas siempre se antoja para entretenerse en una noche de insomnio o, precisamente, para generarlo.