Libros de autores que (dicen) odiaban sus obras
Descubre a grandes autores y autoras que por diversas razones rechazaron o despreciaron sus propias obras maestras.
La historia de la literatura está llena de obras que trascendieron a sus propios creadores, pero ¿qué ocurre cuando el autor detesta su obra más famosa? Desde manuscritos que casi son destruidos hasta novelas que sus escritores consideraron fracasos, muchos libros hoy venerados fueron repudiados por quienes los escribieron. Aquí te compartimos los libros de seis autores que (dicen) odiaban sus obras, lo que confirma que incluso los genios dudan de su legado.
Íconos de dos tiempos
Franz Kafka, consumido por la inseguridad, dejó instrucciones claras en su testamento para que su amigo Max Brod quemara todos sus manuscritos inéditos, incluido El proceso. Brod, sin embargo, desobedeció y publicó la obra póstumamente, dándole al mundo una de las novelas más influyentes del siglo XX. En cartas a Brod, Kafka describía su escritura como "imperfecta" y "un fracaso artístico". Esta anécdota está ampliamente documentada en la biografía Kafka: Los años de las decisiones, de Reiner Stach, donde se analiza su obsesión por la destrucción de su legado.
Aunque El hobbit fue el libro que lo lanzó a la fama, Tolkien llegó a lamentar su estilo ligero y orientado a niños. En una carta a su editor en 1960 (recopilada en The Letters of J.R.R. Tolkien), expresó su deseo de reescribir la obra para alinearla con el tono épico de El Señor de los Anillos, considerando que había sido "demasiado condescendiente" con el público infantil. Esta discrepancia muestra su lucha interna entre el éxito comercial y su visión mitológica más seria.
Mujeres en crisis
Jane Austen se refería irónicamente a Orgullo y prejuicio como "esa pequeña obra ligera y brillante" en una carta a su hermana Cassandra (1799), subestimando su profundidad. Según Jane Austen: A Life, de Claire Tomalin, la autora sentía que la novela era superficial comparada con trabajos más "serios" de la época, sin imaginar que se convertiría en un pilar de la literatura inglesa.
Aunque no hay pruebas directas de que Emily Brontë odiara Cumbres borrascosas, su hermana Charlotte escribió en el prólogo de la edición póstuma (1850) que el libro era "crudo y extraño", sugiriendo que Emily habría suavizado su intensidad de haber vivido más. El libro The Brontës: A Life in Letters, de Juliet Barker, explora cómo la autora, recluida y reservada, posiblemente nunca imaginó el impacto de su oscura pasión en la literatura.
Libros de autores que (dicen) odiaban sus obras
En cartas a su editor Maxwell Perkins (recopiladas en Dear Scott/Dear Max), Fitzgerald calificó a El gran Gatsby como un "fracaso" comercial y artístico. Murió creyendo que era una obra menor, sin saber que décadas después sería considerada la "gran novela americana". Su inseguridad queda plasmada en A Life in Letters, donde confiesa: "Nadie entendió lo que quise hacer".
Tras completar Ana Karenina, Tolstói sufrió una crisis espiritual que lo llevó a repudiar su propia ficción. En Confesión (1882), declaró que el arte sin propósito moral era "vanidad", incluyendo sus obras maestras. Su biógrafo A.N. Wilson (Tolstoy: A Biography) detalla cómo quemó manuscritos y rechazó regalías por considerarlas pecaminosas.