Marifé Boix García recomienda libros bellos e impactantes
La vicepresidenta de la Feria del Libro de Frankfurt nos habla sobre el encuentro anual y nos da su visión de la industria editorial y la literatura en español.
Marifé Boix García, vicepresidenta de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, nos ofrece un análisis del presente y futuro de la mayor cita editorial del mundo. Desde la transformación de su perfil y la estrategia para gestionar nuevos flujos de público, hasta la proyección de la literatura en español y el crucial impulso de las lenguas maternas. Además, recomienda libros bellos e impactantes.
Videoentrevista con Marifé Boix García
Una feria que también habla en español
Como vicepresidenta de la Feria del Libro de Frankfurt, Marifé Boix García lidera la estrategia empresarial y de desarrollo del encuentro editorial. Su amplia trayectoria incluye la organización de las conferencias CONTEC, la gestión de programas de fomento editorial y la coordinación de destacadas participaciones de países como invitados de honor, entre las que se cuentan Argentina (2010), Brasil (2013), España (2022) y la actual preparación de Chile para el 2027.
Librotea tuvo la oportunidad de entrevistarla en Frankfurt, Alemania, durante los días de la feria del libro 2025, y esto es lo que nos compartió.
¿Cómo describirías hoy en día la Feria Internacional del Libro de Frankfurt?
La Feria del Libro de Frankfurt es una feria muy internacional. Básicamente, 70% de los expositores son del exterior, es decir, solamente un 30 y algo por ciento son expositores alemanes. Es una feria en Alemania, pero no por eso es alemana; es internacional y está creciendo, está cambiando de perfil, igual que nuestro mercado está cambiando también de perfil.
Esto nos lleva a repensar estructuras, a repensar actividades, flujos de público y ese tipo de cosas. Hace un par de años empezamos a trabajar con todos los temas relacionados con Young Adult, el romance y todo este fenómeno que vende mucho, aunque no sabemos si es algo a corto plazo o si realmente se mantendrá. Ahí creamos un espacio separado donde editores alemanes que se dirigían a este público tenían y tienen un espacio aquí.
Esto es algo que en el año que viene queremos cambiar, porque queremos volver a incorporar a los pabellones "normales", es decir, mezclar los géneros de nuevo en los pabellones tradicionales.
Para eso, y pensando en el público masivo que llega a esos espacios, vamos a hacer cambios. Estamos pensando en dirigir al público general durante los días que tiene acceso a espacios que se encontrarán en las plantas bajas de los pabellones, mientras que los editores, interesados más en el público profesional, estarán en los pabellones en el primer y segundo piso.
Una cosa muy importante es que la primera área que crece o que se cierra en la feria siempre es el centro de agentes literarios y ese también cambiará de lugar porque donde está no puede crecer. Entonces, la pasaremos al pabellón 4.2 porque es algo que sigue evolucionándose en una dirección muy favorable, por lo que le vamos a dedicar más espacio. Este es mi análisis actual de la feria.
¿Cómo es la proyección de la literatura escrita en español y de la industria hispanoamericana en la feria?
Bueno, no es fácil responder esta pregunta, porque honestamente me gustaría que fuese mayor de lo que es actualmente. Lamentablemente, las realidades de muchos países latinoamericanos no están tan bien y la participación podría ser mejor de lo que es.
Tenemos stands de Argentina, de Colombia, que han perdido mucho en tamaño, si lo comparamos con la época prepandemia. También hay que pensar en que hay gobiernos que apoyan y hay otros que no apoyan la presencia de la literatura de un país. Por ejemplo, en el caso de México, el gobierno actual y el anterior no apoyan al sector. Entonces, para los editores es difícil venir y participar, porque aunque se paguen sus viajes y hospedaje, como mucho pueden venir con los libros en la maleta y circular por los pasillos, pero nadie los puede encontrar en un espacio.
Y otra cosa que ocurre es que de esa forma tampoco se transmite la imagen del país hacia el exterior y eso es una pena. Tenemos stands súperinteresantes de Brasil y de Chile. Brasil, porque tiene una industria muy grande y potente, y Chile, si bien tiene menos habitantes, y por lo mismo menos editores y librerías, se está preparando como invitado de honor para el año 2027. Eso se nota mucho, porque estos días pasados he visto que los editores chilenos, los agentes chilenos que estaban en el stand han estado continuamente en reuniones y eso me alegra mucho, porque de lo que se trata es de vender derechos y dar a conocer esa literatura en distintas lenguas y países.
Por otro lado está España, representada por los grupos editoriales grandes, pero sobre todo con el stand de la Federación de Gremios de Editores y el que conjuntamente ocupan el gremio de editores catalanes, el Ayuntamiento de Barcelona y el Institut Ramon Llull, que los tres juntos tienen una isla y un stand maravilloso donde representan a las publicaciones en lengua catalana.
También hay un stand muy bonito del País Vasco, de Euskadi, donde también hay una parte de ilustración. Además participan con actividades en el International Stage; han traído dibujantes para el primer día de la feria, cuando se celebró un happy hour con dibujantes y estuvo súper bien. las imágenes y todo eso. Valencia también tiene su lugar, con textos escritos en la lengua; me parece que es una riqueza poder verlos por separado, porque de esa forma se entiende que hay diferencias y que existe esa diversidad cultural.
Me gusta la diversidad lingüística que tenemos como españoles, mexicanos, colombianos, chilenos o argentinos, que es lo que se oye en estos pasillos donde nos encontramos ahora mismo.
Metadatos y lenguas maternas
La Feria de Frankfurt va más allá de ser un mercado de derechos; es un agente activo en la preservación de la diversidad cultural. Desde su experiencia, Marifé Boix García aborda tres pilares fundamentales para navegar el ecosistema editorial global: las decisiones de traducción y audiolibros; la importancia de los metadatos para la visibilidad y las ventas de los libros, y las habilidades necesarias para sacar el máximo provecho de la cita más importante del mundo del libro.
Marifé, ¿la Feria del Libro de Frankfurt tiene algún papel para el impulso de las lenguas maternas?
Eso, de entrada, es responsabilidad de cada país, pero puedo aportar como ejemplo el caso de Chile: hemos estado preparando un diálogo de títulos que aconsejamos para ser traducidos al mercado alemán. Esto es un proyecto en el marco del invitado de honor para el 27. Dentro de ese catálogo es importante tener también lenguas diferentes al castellano, como la lengua mapuche. El tema de rescatar las lenguas es muy importante, es básico que no se pierdan más de lo que ya acontece.
Hoy en día, además de las traducciones, tenemos el el formato del audiolibro. Ahora se debe decidir si quieres, por ejemplo, que el acento sea más mexicano o si prefieres que sea más neutro para que todo el mundo lo lea y más o menos se identifique o cómo lo vas a hacer. Es decir, hay una responsabilidad de parte del propietario de los derechos, del autor de decidir cómo se imagina el audiolibro. Y lo mismo con la traducción, si se traduce en términos del país de origen o lo haces neutro para poder vender también a otros país latinos. Es decir, son temas que tienen que ver con la lengua y que hay que pensar bien antes de publicar este tipo de literatura, hacer una traducción o presentarlo en formato de audio.
¿Cuál es el papel de los metadatos en una feria como esta?
Yo creo que la gente ya está un poco cansada de escuchar esto, pero lo cierto es que nos damos cuenta de que los editores podrían usarlos mucho mejor. Está probado que con más metadatos de los libros y si se usan como se debiera, los libros son más visibles, es más fácil encontrarlos y entonces son más vendibles. Es algo en lo que se debería invertir el tiempo para usarlos de manera correcta, y tantos como sea posible. Una tapa de un libro en la web significa mucho más que quizá poner un libro en tres librerías. Si has subido la tapa a una plataforma, te van a encontrar probablemente antes y van a ir a librería a comprarlo, pero ya es otra cosa a que si no tienes esos metadatos.
Eso también está probado, que si tienes la tapa subida, hay cerca de un 50% más de visibilidad del libro y de encontrarlo que si no la tienes. Y como eso pueden ser el formato, la descripción, una biografía del autor, si tienes alguna reseña, todo eso vende porque las plataformas, los algoritmos de búsqueda, arrasan con todo. Entonces, cuanto más información coloques sobre tu libro, más probabilidad tendrás de que ese libro se encuentre y probablemente sea comprado.
¿Qué habilidades debe tener una persona profesional del mundo editorial en la feria de Frankfurt?
Yo creo que lo que se necesita es tener algún objetivo, no demasiados, tampoco demasiadas expectativas, porque puedes tener un golpe de suerte en tu primera vez en la feria y vender tu libro fantástico, pero no es lo habitual. Se necesita paciencia y continuidad. Hay que darse a conocer, hay que estar, hay que relacionarse, hay que estar a donde va la gente, ir a charlas.
También es importante no llenarse la agenda de citas, porque entonces no te da la vida, no ves nada nuevo; hay que dejarse tiempos para pasar por ciertos pabellones de distintos países. Yo recomendaría a alguien que va por primera vez pensar en un mercado que le interese específicamente e intentar hacer citas con gente de ese mercado. Y quizá a partir de ahí seguir con otro y ver qué tipo de interés se genera a través de lo que se ha conseguido realizar en esa primera visita a la feria para luego seguir extendiendo esa red que se necesita tejer. Ayuda mucho hablar inglés. No quiere decir que sin inglés no se pueda venir, porque también se puede aprender mucho viendo y escuchando, pero algunas cosas hay que hablarlas y la lengua que es fundamental en los negocios del libro es el inglés.
¿Qué logros te dan más orgullo de toda tu carrera?
Llevo muchos años trabajando en la feria del libro y han habido muchos retos en todo este tiempo, porque he trabajado también en diferentes departamentos de la empresa. Con seguridad, el reto más grande fue cuando empecé a trabajar con esta feria cuando España fue invitado de honor en 1991. Fue un gran reto porque fue un proyecto enorme ser el invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt. Ahí teníamos muchos retos y éramos muy poca gente. E igual tenías que estar traduciendo un contrato que colocando datos en la agenda de actividades o a veces negociando con un director de museo que quería una exhibición específica y era difícil conseguirla. Eso creo que fue uno de los retos más grandes de mi vida y que lo conseguimos. Fue genial.
En otra etapa fui responsable de la página web de la Feria del Libro de Frankfurt durante muchos años. era entre los noventas y los dos miles. Ya teníamos herramientas en la página web, como un planificador de stands, donde podías colocar los muebles, las plantas, como querías. Antes de que Ikea publicara su kitchen planner, nosotros nos inventamos el stand planner y muchas otras cosas, como el Frankfurt Rights Catalog, el Who is Who del mundo editorial, cosas que entonces eran nuevas. Y eso fue otro reto.
Luego, cuando he tenido la ocasión de poder acompañar a los invitados de honor de los países que están en la región que me toca, pues ahí también se aprende muchísimo. Entonces, he tenido a la cultura catalana, que la tengo muy cerca en España, pero también a la de Argentina y Brasil.
Con Brasil fue una época muy interesante, donde empecé a hablar portugués, a viajar mucho a Brasil, y fue cuando montamos en Brasil la empresa Metabooks, que dirige sobre todo MVB, pero la base fueron las relaciones que tenía la feria de Frankfurt y todas las conversaciones que tuvimos con editores, con libreros brasileños, que las hacía mi entonces compañero de trabajo Ricardo Costa, que después se quedó instalado como el director de esta empresa en Brasil y que ahora también está a cargo de Metabooks en México. Entonces, eso también fue una experiencia nueva, porque me sacó de mi zona de confort porque tenía que ver más con la técnica y los algoritmos.
Y bueno, ahora siguen habiendo retos. CONTEC (evento de la Feria del Libro de Frankfurt que sirve como plataforma de encuentro para profesionales de la industria del contenido en América Latina) es algo que también es importante, porque está muy claro que no todo el mundo de América Latina puede viajar a la Feria del Libro de Frankfurt. Ahí la idea siempre ha sido llevar temas que se discuten aquí en la feria y en el sector a otros países, y organizar allí encuentros con la gente en esos lugares.
Ahora, al tener a Chile como invitado de honor en 2027, hemos hecho dos eventos en Santiago y el año que viene seguramente estaremos con un CONTEC en Buenos Aires, ya que su feria cumple 50 años y vamos a aportar nuestro granito de arena para acompañar ese importante aniversario.
Marifé Boix García y los libros impactantes sobre la identidad
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Recomiendo un libro que siempre vuelvo a leer y es de Federico García Lorca: el Romancero Gitano. Y me gusta leerlo en voz alta. Siento que a la poesía hay que leerla en voz alta y no es algo que en lo personal lea mucho ni de una tirada. Me encanta la poesía y pienso que las imágenes que transmite a partir de la lengua son increíbles. Por eso, este es uno de mis libros favoritos.
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Hace poco estuve en el Festival Literario de Berlín y en la inauguración habló Cristina Rivera Garza. Su libro El invencible verano de Liliana me ha impactado mucho, su forma de escribir algo tan doloroso para ella como es el feminicidio de su hermana. Me pareció muy fuerte y muy impactante, tanto que regresando de Berlín a Frankfurt, las cuatro horas de tren me las pasé leyéndolo, y regresé a casa y seguí leyendo hasta que el fin de semana siguiente lo acabé.
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Y el otro que recomendaría y que estoy leyendo ahora mismo es de Verónica Stange, que es una autora chilena, y el título es La resaca de la memoria. Me parece interesante porque trata el tema de la dictadura de Pinochet desde el punto de vista de la hija de unos padres que se han ido del país. Ella misma ha nacido en México, creo, y durante mucho tiempo no tiene nacionalidad chilena, pero claro que siempre el tema en casa es Chile. Aunque es otro contexto, me siento bastante identificada por crecer en Alemania, siendo hija de españoles. Yo sí tengo mi pasaporte español desde que nací, pero siempre hay una pregunta sobre la identidad. Yo no soy alemana, lo tengo bastante claro, pero tengo influencia alemana para bien o para mal. Y son temas de identidad que uno siempre lleva consigo. Además, en la novela la escritora habla en tercera persona. Tiene un familiar del que no se puede hablar porque se pasó al otro bando y fue parte de los torturadores. Esto creo que algunos lo han vivido en otros contextos y me parece muy interesante trazar toda esa historia para ayudar a que no sigan ocurriendo esas cosas.